lunes, 19 de enero de 2009

LA TORRE, de LEANDRO ERLICH, en el MNCARS




La última vez que fui al REINA ya se podía visitar LA TORRE, pero no lo hice por falta de tiempo y me quedé con ganas. Hace unos días me acerqué a verla.

Se trata de un pequeño invento con forma de edificio, que se puede ver desde dos posiciones distintas: si subimos por las escaleras –riguroso turno, con la consiguiente cola de espera- y entramos por una ventana, nos encontramos desorientados sobre un grueso vidrio en lo que podría ser el pasillo de un hotel; si desde el atrio del Museo nos asomamos a una ventana de planta baja, vemos imposibles: en el mismo pasillo aparecen personas flotando (los que han subido las escaleras, claro) que caminan, se sientan, saludan ... desafiando a la gravedad, siempre en el aire y siempre desde un punto de vista muy singular: desde abajo. Sólo cuando el que está arriba se tumba en “su” suelo, los de abajo le ven de pié en el pasillo; eso sí, unas veces en el techo, otras en el suelo y otras en las paredes.

A base de vidrio y espejos, reflejos y suelos que no se ven (muy bien construidos, por cierto), LEANDRO ERLICH juega con el espectador, le entretiene y le confunde.

El asunto tiene su gracia y es ingenioso, no cabe duda; es interesante el doble juego por el que el visitante puede ser espectador (desde abajo) o actor (desde arriba); y hay una intención de manipular la realidad que tiene su valor. Pero el montaje en sí mismo parece más un marco para el arte (para una performance, por ejemplo) que una obra de arte. Recuerda, salvando las distancias, a una caseta de feria: el laberinto de cristal o a la casa de los espejos. Casi casi podríamos encontrar LA TORRE en un parque de atracciones.

El que vaya al MNCARS puede acercarse a verlo/usarlo hasta el 23 de febrero (en mi opinión, ir sólo para esto es quizá un poco demasiado).

1 comentario:

Alfaraz dijo...

Yo también estuve, me pareció una curiosidad...y ya está.
Eso si; la peña de volvía loca haciendo fotos.Las cosas de la gente.

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