martes, 31 de marzo de 2009

CABECERA DE MARZO 'O9


Sé que esta entrada es una obviedad, que todo el que se ha asomado a selecciónARTE durante el mes marzo ha identificado sobradamente la cabecera, pero hay que mantener las tradiciones ...

La cabecera de selecciónARTE durante el mes de marzo de 2009 ha sido un detalle de LA RENDICIÓN DE BREDA, de VELÁZQUEZ. Óleo sobre lienzo pintado entre 1634 y 1635 para el salón de reinos del PALACIO DEL BUEN RETIRO de MADRID, mide 307 x 367 cm y se encuentra en el Museo del Prado.

miércoles, 25 de marzo de 2009

UN ÁRBOL CRECE EN BROOKLYN, de BETTY SMITH


Tenía buenas referencias de UN ÁRBOL CRECE EN BROOKLYN, esperaba un gran libro, y después de leerlo he de decir que no me ha arrebatado. Me ha parecido una novela correcta, eso sí. Quizá demasiado larga. Un detalle tonto es lo poco que ayuda la cursilísima imagen de NORMAN ROCKWELL de la sobrecubierta (he leído la edición de Lumen, 2008) que es lo primero que uno encuentra y, al menos a mí, ya me puso un poco en guardia.

UN ÁRBOL CRECE EN BROOKLYN cuenta el proceso de maduración de Francie, su paso de niña a mujer. Con ese hilo argumental, BETTY SMITH reconstruye la vida de la familia Nolan (descendientes de emigrantes y muy pobres, aunque no míseros) en Brooklyn durante las dos primeras décadas del siglo pasado. La protagonista es una niña, Francie, que crece a medida que avanza la historia: comienza con 10 años y acaba cuando tiene casi 17. El narrador nos cuenta su vida y la de la gente que le rodea: su hermano Neely (Cornelius, toma ya!), sus padres Johnny y Katie, sus tías, sus amigos, la gente del barrio ... Francie, espabilada y atenta a lo que pasa a su alrededor, va poco a poco descubriendo su gusto por las palabras, por los libros, su vocación de escritora. Tiene un serio empeño por adquirir educación, formación, cultura, pero las circunstancias no se lo ponen siempre fácil, quizá por ser mujer y por ser lista.

UN ÁRBOL CRECE EN BROOKLYN se trata de un texto amable, pero con poca fuerza, sin tirón. Es verdad que tiene momentos entrañables, momentos divertidos y momentos enternecedores. Pero le falta algo: funciona muy bien en algunas partes, pero el conjunto no es redondo. BETTY SMITH dibuja magníficamente los personajes, los disecciona y lo hace con detalle, con gracia y con cariño. Pero quizá son las circunstancias que les rodean lo que falla: nada consigue dar impresión de autenticidad, todo es un poco falso, sin peso, como un barniz. Uno está esperando que el libro despegue en cualquier momento, pero no hay manera.

En cuanto a la técnica, es un texto bien escrito que se lee bien, dato que habla a su favor porque ya dije que no es un libro breve. En algunos momentos el lector tiene la impresión de estar leyendo relatos cortos concatenados –cada uno de los capítulos del libro, o a veces varios seguidos- con los mismos los mismos protagonistas pero ciertamente autónomos.

UN ÁRBOL CRECE EN BROOKLYN aborda un tema interesante, la educación como camino para abrirse camino en la vida, hacia una existencia mejor, pero –siento insistir- tampoco termina de desarrollarlo con fortuna: se vuelve a quedar un punto corto, el proceso no convence.

UN ÁRBOL CRECE EN BROOKLYN es, a pesar de todo lo dicho, una novela que a muchos les –nos- hará disfrutar, aunque sólo sea por lo positiva y esperanzada que resulta: muchas veces necesitamos descansar en libros que nos alejen un poco de las rarezas de tanta literatura de moda.

En algún momento de la lectura me vino a la cabeza MI ÁNTONIA, de WILLA CATHER, también mujer y también norteamericana: una novela que siendo igual de sencilla –más, incluso- y de amable que UN ÁRBOL CRECE EN BROOKLYN, es una historia en la que te quedas enganchado, que coge, una historia que vives. Lo mismo que le pasa, por cierto, a todo lo demás que he leído de CATHER: una autora muy recomendable.

sábado, 21 de marzo de 2009

UNE SEMAINE DE BONTÉ, de MAX ERNST, en la FUNDACIÓN MAPFRE-RECOLETOS


Aunque las críticas que voy leyendo ponen por las nubes UNE SEMAINE DE BONTÉ –imprescindible, dicen- yo no entendí mucho la exposición de los collages surrealistas de MAX ERNST. No sé “leer” una novela gráfica de esas características, o no le dediqué el tiempo suficiente, o me falta contexto para comprenderla. Eso, lógicamente, no quiere decir nada, o al menos sólo habla de mi incapacidad para valorar esta joya.

Desde luego, los collages son evocadores, y podría hacer consideraciones obvias, como la presencia en los collages de mucha parodia y mucha crítica, pero poco más. Por otro lado, veo –o leo- que también se publican explicaciones obvias, que aportan poco, rebajan el posible “sentido escondido” de la obra y desde luego a mí no me facilitan ninguna clave para comprenderla: decir, con palabras más o menos “técnicas”, que el primer cuaderno, EL LEÓN DE BELFORT, está protagonizado por un león, o que en el segundo cuaderno donde el elemento es el agua, aparece agua por todas partes, a los profanos nos ayuda más bien poco: ya lo vemos ...

Pero lo que me lleva a publicar esta entrada no es arremeter contra quienes se han molestado en escribir sobre la exposición (al revés, agradezco su empeño), sino alabar la obra y a su autor con un comentario fácil, quizá simple, y desde luego extensible a cualquier obra de arte: uno puede entenderla o no entenderla, puede interesarle más o menos, puede decirle o no decirle, pero de lo que no cabe duda es que cualquier trabajo que pretenda ser arte necesita, entre otras mil cosas, la perfección técnica. El arte no admite la chapuza. Y los collages de UNE SEMAINE DE BONTÉ son, ese sentido, ejemplares.

martes, 17 de marzo de 2009

TEATRO OLIMPIA en LAVAPIÉS, de PAREDES PEDROSA ARQUITECTOS











Me interesa la arquitectura que hacen ÁNGELA GARCÍA DE PAREDES e IGNACIO GARCÍA PEDROSA. La encuentro muy actual y a la vez muy racionalista; me parece elegante y limpia, sin artificio; la veo geométrica, ortogonal, sin concesiones. Pero fundamentalmente la conozco por publicaciones: no había visto casi nada suyo construido. Así que –para empezar- me planteé ver lo que tengo a mano en Madrid.

Tenía localizado el conjunto de viviendas de PRADOLONGO, y cuando fui a ver la obra de WIEL ARETS también dediqué un rato a PAREDES y PEDROSA: los dos conjuntos están contiguos. Todavía no he dicho nada en selecciónARTE del segundo –a ARETS sí le dediqué una entrada- , aunque todo llegará.

Hace unos días pasé por LAVAPIÉS e hice por ver el TEATRO OLIMPIA –quien me acompañaba no tenía el mismo interés que yo- del que tanto había oído hablar. Estaba yo un poco escamado, porque siempre había visto la misma fotografía, o al menos exactamente la misma vista: los tres volúmenes de hormigón con frente de vidrio.

Realmente apenas hay más que ver desde la calle, lo que no quiere decir que sea poco, porque es una obra estupenda: un gran zócalo que se ajusta al trazado de las calles y absorbe todas las irregularidades del entramado urbano, al que se maclan de forma maravillosa los primas limpísimos de hormigón y cristal ...

Me llamó notablemente la atención ver cómo el edificio, que muchos podrían pensar que nada tiene que ver con lo que le rodea, se adapta maravillosamente al entorno y lo enriquece. ¡Qué acierto! El zócalo del que hablaba antes, acabado en una retícula que –sin ser preciosa- continúa tan bien los frentes de las calles Argumosa y Valencia, manteniendo su escala; la plaza triangular que se configura delante de la gran fachada, que da al teatro el aire que necesita un edifico singular para tener presencia propia; plaza que amplía la de Lavapiés, relacionándose estupendamente bien con ella y completándola.

Acabo con un asunto que puede parecer menor, pero que a mi me entusiasmo: los reflejos. Sensacional el efecto de Lavapiés reflejado. Pienso que sólo por esos grande paños de vidrio que reflejan los edificios del entorno, multiplicándolos y construyendo más Lavapiés, vale la pena el TEATRO OLIMPIA. Un lujazo para los vecinos del barrio: sería una pena que no lo supieran valorar.
TEATRO OLIMPIA. PAREDES PEDROS ARQUITECTOS. Calle de Valencia, 1 c/v calle de Argumosa. 28012 MADRID.

jueves, 12 de marzo de 2009

FRANCIS BACON en el MUSEO DEL PRADO











Desconcierto absoluto. Es la mejor manera de describir el estado en el que salí del PRADO después de visitar la exposición de FRANCIS BACON.

¿Cómo me ha podido decir tanto una obra que ni siquiera soy capaz de explicar? ¿Cómo estoy tan impresionado por algo realmente ... singular, digamos? ¿Por qué me ha convencido? ¿Por qué me he quedado enganchado en cada cuadro? ¿De dónde sale ese magnetismo tan brutal, y nunca mejor dicho lo de brutal? ¿Por qué, si entraba con cierto desapego a la obra de BACON -también con interés, todo sea dicho- salgo impactado?

La primera respuesta que me vino a la cabeza es: “porque estás ante un tipo genial; aunque no termines de creértelo, es un genio”. Después he pensado un poco más, he tratado de analizar a BACON. No es tarea fácil: antes de ir al PRADO había leído algunas cosas, sobre el artista y sobre la propia exposición, y no había conseguido hacerme una idea, ni siquiera aproximada, de lo que me iba a encontrar.


Encontré unos cuadros con figuras descompuestas, con una descomposición no reconstruible pero perfectamente comprensible, reconocible. Unos cuadros donde sólo se aprecia apariencia de verdad, llenos de irrealidad, en los que las cosas se ven en la distancia, como entre brumas. Obras salvajes, llenas de violencia. Obras desgarradas y sensuales. Obras carnales (incluso abiertas en canal ...) sin ser evidentes ni eróticas. Obras llenas de desesperación. Obras donde los instintos más elementales del hombre-animal se refleja con maestría (supongo que se va entendiendo mi sorpresa ante mi propia reacción: ¿y esto es lo que me ha interesado tanto?).

Encontré unas obras donde, con cuatro trazos en el fondo de la composición, el artista es capaz de crear espacio, de definir una situación, de hablar de una posición determinada. Unas obras donde el artista es capaz de crear unos falsos primeros planos que nos separan y a la vez nos meten en el asunto que trata: las cortinas y los velos, ocultar y enseñar.

Encontré una técnica impecable. Una presentación de los temas –estudios- en trípticos que separan visiones de un mismo asunto a la vez que las enriquecen, las hacen polifacéticas, y consiguen una tremenda impresión de soledad. Un estilo que evoluciona en el tiempo con absoluta coherencia.

Encontré una exposición bien montada, bien organizada, cómoda de visitar (¡qué bien colocada está, a medio recorrido, la sección titulada ARCHIVO!).

Encontré, sospecho, la obra de un genio que estimula lo más básico que todos llevamos dentro. En mi opinión, una visita obligada para entender a BACON: las fotos o un texto erudito –más o menos erudito- no dicen apenas nada.

Antes de terminar, una consideración sobre la insistencia que se hace a lo largo del recorrido en el ateismo de FRANCIS BACON. Quizá alguno pensará que con este comentario saco un poco -o mucho- los pies del plato, pero no deja de venirme a la cabeza: el artista –cualquier artista- con su obra expresa su manera de ver la vida, nos muestra lo que lleva dentro; cuanto más genial es el artista, mejor expresa su mundo, y mejor lo comunica; cuanto más genial es el artista, más universal es lo que expresa ... Si lo que acabo de decir es verdad (yo lo creo firmemente), a la vista de esta exposición uno concluye que la vida de los sin-Dios, que BACON representa de forma magistral, resulta animal, desagarrada, deforme. Esto necesita matices, sin duda, porque nunca se puede generalizar ni absolutizar, pero ahí queda: desde luego, da que pensar.

lunes, 9 de marzo de 2009

LA MEJOR ÚLTIMA PÁGINA DE LA HISTORIA DE LA LITERATURA

Para que nadie se me enfade, aviso desde el principio: esta entrada es tramposa. Su contenido no coincide –casi nada- con el grandilocuente título que la encabeza.

Pero tiene motivo. Cuando hace un par de semanas publiqué mi opinión sobre OTRA VUELTA DE TUERCA, dije que en algún sitio había leído que ese relato tenía LA MEJOR ÚLTIMA PÁGINA DE LA HISTORIA DE LA LITERATURA; también decía entonces que, por desgracia, yo no la había encontrado. A partir de ahí se hicieron algunos comentarios, y me vinieron a la cabeza un par de títulos con buenos finales. Valientemente –o quizá imprudentemente- anuncié esta entrada, pensando que alguno más se me ocurriría. Pero de eso nada: ni uno más que valga la pena citar.

Los títulos eran EXPIACIÓN, de IAN McEWAN, que tiene un final de esos que dan voltereta –muchos lo habréis leído- y EL SUEÑO DE VENECIA, de PALOMA DÍAZ-MAS. Y es precisamente a ella a quien quería dedicar esta entrada, porque me parece una escritora de las que conviene conocer y seguir. No diré mucho, porque no he leído nada suyo recientemente y prefiero escribir en caliente, pero no me resisto a –por lo menos- citarla en selecciónARTE.

EL SUEÑO DE VENECIA me entusiasmó: al hilo de la historia de un cuadro en varias épocas de la historia de España, nos hace ver cómo se reinterpreta la historia, cómo lo real parece ficción y la ficción parece realidad (¿Quién se puede creer que exista una ciudad en Italia edificada sobre el mar?); y no cualquier realidad, por cierto. El final –una crítica de especialista al cuadro redescubierto y recién restaurado-, resulta irónico e ingenioso. Aunque seguro que no es el mejor final del mundo, es de los que están muy bien conseguidos.




LA TIERRA FÉRTIL me pareció brillante: duro, ambiguo en algunas situaciones, pero desde luego brillante.


UNA CIUDAD LLAMADA EUGENIO es divertido y muy fresco, un poco como LA TESIS DE NANCY, pero al revés: la visión de una estudiante universitaria española del estilo de vida americano.




Y por último (en mi orden de lectura, y también de publicación), COMO UN LIBRO CERRADO. No es novela -se trata de sus recuerdos de niña, aquellos que configuraron su afición por la escritura- y tiene gran interés: sugerente, evocador y bastante perspicaz.



Esto es todo lo que he leído nada más de PALOMA DÍAZ-MAS –no es poco- y recomiendo vivamente a esta autora; eso sí, si alguien se anima que no empiece por LA TIERRA FÉRTIL ...

Y después de este comentario, acabo preguntando a la blogosfera ¿Alguien puede aportar ideas para descubrir LA MEJOR ÚLTIMA PÁGINA DE LA HISTORIA DE LA LITERATURA? (¡Ahí queda eso!)

viernes, 6 de marzo de 2009

EL MAR DE BARCELÓ en CAIXAFORUM MADRID



El mismo día que estuve viendo a RODIN (dejé constancia en la entrada de ayer), también me asomé a la exposición que organiza CAIXAFORUM sobre la obra de MIQUEL BARCELÓ en la SALA DE LOS DERECHOS HUMANOS Y DE LA ALIANZA DE LAS CIVILIZACIONES de la ONU, en GINEBRA.

Sin engancharnos en cuestiones políticas/ideológicas (empezaría a despotricar de la tan traída y tan llevada “alianza”, que me parece una simpleza de tomo y lomo), la obra de BARCELÓ me ha gustado mucho, y quiero dejar constancia –breve- en selecciónARTE.

Cuando uno ve el origen de la idea (magnífico el óleo MAREJADILLA, de 2002), conoce el proceso de trabajo (más que las fotografías resulta muy ilustrativo el vídeo que se proyecta), y rodea la maqueta (no digo mirarla en el espejo, sino rodearla: captar las orientaciones de los colores, los claros y los oscuros, las luces y las sombras), entiende el concepto que desarrolla el artista, lo valora y lo disfruta.

Reconozco que MIQUEL BARCELÓ me parece un artistazo de primera (no entro en otros terrenos) y que todo lo que hace me parece interesante (estoy deseando ver la catedral de Palma), así que puedo ser parcial en mi valoración, pero pienso que vale la pena acercarse a ver la exposición. Eso sí, sin inquietrase por lo pobretón de la sala y el espantoso montaje ...

jueves, 5 de marzo de 2009

AUGUSTE RODIN en CAIXAFORUM MADRID














CAIXAFORUM MADRID expone, con motivo de su primer año de vida, varias esculturas en bronce de RODIN. Dentro de su programa “Arte en la calle” las han instalado a la intemperie, en la plaza delantera del edificio que la Fundación tiene en el Paseo del Prado. Se trata de siete obras: una de las copias de EL PENSADOR, y otras 6 piezas monumentales, los 6 estudios del MUSEE RODIN de París para Les Bourgeois de Calais.

La muestra no es que me resultara arrebatadora, pero hace unos días me llamó un amigo para ir a verla, y le acompañé. Resulta que, sin ser la bomba, no está mal.

Todos sabemos que RODIN es un artista muy visto, que hemos tenido ocasión de repasar hace pocos meses en MADRID (en la sede de la Fundación MAPFRE, si bien es verdad que en una exposición que se centraba en otros temas). Pero también es cierto que en cada nueva ocasión se descubren facetas menos conocidas de obras muy conocidas, o se ven las cosas con ojos distintos a los de la ocasión anterior; además, yo no he visitado en París el MUSEE RODIN ni, por lo tanto, había visto los estudios que CAIXAFORUM presenta en Madrid.
Me han llamado especialmente la atención dos cosas que, a pesar de ser evidentes, otras veces no había visto con la fuerza de hace unos días: la plasticidad y expresividad -capacidad de comunicar- que tienen las manos, muy grandes en todas las esculturas (también los pies, todo sea dicho, pero dicen menos que las manos), y el patetismo que da a los rostros dejar vacías las cuencas de los ojos.

En fin, dos detalles menores para un comentario también menor, que quizá no digan nada o quizá animen a alguno a acercarse al Paseo del Prado.

lunes, 2 de marzo de 2009

LAS ELEGÍAS DE DUINO, de RAINER MARÍA RILKE


Aunque empezar así puede dar impresión de que soy requeteviejo, conocí hace algunos años a una persona -ya murió- con un altísimo nivel intelectual y cultural, además de enorme simpatía, que con cierta frecuencia citaba el inicio de la primera ELEGÍA. Decía: “¿Quién, si yo gritara, me escucharía desde los órdenes de los ángeles?”. De aquel casi-grito-de-guerra (era mucho más) me surgió un interés grande por leer el poema de RILKE.

Tuve una primera oportunidad cuando cayó en mis manos un tomito bilingüe, con la versión alemana original y una traducción al español, de la que perfectamente recuerdo que tenía las tapas rojas. Comencé a leer (en riguroso castellano, claro: por desgracia para mí el alemán es lengua completamente desconocida) y no fui capaz. Lo dejé. Hace poco me propuse de nuevo esa empresa (con otro texto: el libro rojo se perdió), y ahora sí he llegado hasta el final de la décima elegía.

Como se puede leer en cualquier sitio, RILKE escribió las ELEGÍAS en un periodo largo de tiempo, entre 1912 y 1922; la primera la comenzó en el castillo de DUINO (de hay su nombre: no hay que ser muy perspicaz), propiedad de la condesa MARIE VON THURN UND TAXIS.

Las ELEGÍAS DE DUINO están compuestas por diez largos poemas en los que he podido entender lo siguiente (aunque es verdad que ya no sé qué he entendido yo y qué me han hecho entender los textos que he leído para tratar de desentrañar las ELEGÍAS): el hombre es un ser miserable que se debate entre su lamentable condición de ser casi nada y su afán de trascender el mundo material y permanecer, sin dejar de ser, no se sabe bien dónde. Tiene a los ángeles como referente (o meta, o imagen, o modelo, o ... ¿qué?). No son ángeles como los que la biblia nos enseña: son seres trascendentes, inmateriales, bellísimos, de una belleza que sobrepuja de tal manera al hombre que, de verla, llegaría a matarle. El hombre se mueve en un plano material y el ángel, en cambio, en un orden superior, inalcanzable. El hombre, en su afán de trascender intenta interiorizar el mundo que le rodea, poseerlo, hacerlo suyo. Sólo la fuerza del amor –los amantes- puede de alguna manera trascender la triste condición del hombre, aunque de forma fugaz y perecedera.

Todo esto dicho de una manera indudablemente bella, muy rica.

Soy consciente de que hablar de poesía habiendo leído sólo un texto traducido es arriesgado, y decir lo que voy a decir de las ELEGÍAS DE DUINO -una de las cumbres de la poesía del siglo XX- es seguramente audaz e incluso imprudente. Pero lo digo: he encontrado un texto tremendamente críptico, incomprensible en un altísimo porcentaje, que dibuja una situación pesimista y muy poco esperanzada. Parece como si RILKE, tratando de sustituir la verdad clásica de la trascendencia del hombre, construye toda una teoría, desde luego sugerente, pero también vacía e ineficaz. Es como si sustituyera a Dios, al Dios de toda la vida, por esos “ángeles”; y para que los hombres no se queden llenos de nada, propone lo de interiorizar el mundo que le rodea y da juego a la fuerza del amor. Algo de verdad hay en todo el planteamiento, claro, pero no llena, no convence.

¿Cómo sonarán en alemán las ELEGÍAS DE DUINO? ¿Qué ritmo tendrán? Por desgracia –ya lo señalé arriba- no puedo decirlo. Y eso es clave, lo sé. Pero pienso que lo cortés no quita lo valiente: sabiendo que mi comentario se queda muy cojo, todo lo apuntado es una verdad como un piano de cola.

Ilustro esta entrada con la lápida de la tumba de RILKE, que me permite meter de matute el archiconocido epitafio que el propio poeta se escribió:

Rosa, oh contradicción pura, placer,
ser el sueño de nadie bajo tantos
párpados.

Rose, oh reiner Widerspruch, Lust,
Niemandes Schlaf zu sein unter soviel
Lidern.