viernes, 24 de abril de 2009

TEATROS DEL CANAL, de JUAN NAVARRO BALDEWEG















Cuando supe que se habían inaugurado los TEATROS DEL CANAL, y que se podía llegar a una “terraza”, decidí acercarme a ver cómo había quedado el edifico de NAVARRO BALDEWEG con la ilusión de entrar y subir a alguna de las cubiertas, desde las que supuse habría una magnífica vista del edificio, y de Madrid. Por desgracia, no es así, pero centrémonos primero en lo importante.

JUAN NAVARRO BALDEWEG ha construido una buena obra, que resuelve con acierto posiciones que de inicio podrían no ser sencillas: tenía que encajar en una zona de ciudad muy estándar –por no decir con poco interés- un edifico representativo, con presencia y atractivo suficientes para ser foco de atracción cultural, y a la vez no entrar allí como caballo en cacharrería. Es un arquitecto que eso lo sabe hacer: siempre ha demostrado sensibilidad para adaptarse al entorno, para posicionarse claramente pero sin gritar. Para conseguirlo, en esta ocasión NAVARRO BALDEWEG conforma una fachada rotunda, de edifico singular, que a la vez es capaz de meter el edifico en escala (escala de ciudad) mediante una sabia fragmentación y descomposición de volúmenes, y un atinado despliegue de planos en zig-zag que generan rajas y grietas que evitan la alineación obvia.

El exterior se resuelve todo en vidrio (aunque a primera vista no lo parezca) de diferentes colores: bloques ciegos en rojo, negro, plata y opal, que flotan y pesan y vuelan sobre una larga franja rehundida de vidrio transparente, que permite el juego fuera-pero-dentro desde la calle, descubriendo al peatón lo que pasa en el interior del teatro y animándole a entrar. Además, ese vidrio sube en los rotos de fachada, separando y fragmentando los volúmenes coloreados y señalando los accesos. Algunas imágenes y soluciones recuerdan la genialidad de ALVAR AALTO, tanto en el juego de volúmenes exteriores como en lo que se intuye de los interiores.

Cuando uno ha disfrutado del exterior, llega el momento del acceso a la apeticibilísima terraza: y, ¡oh, enorme desilusión! se trata del exterior de la cafetería, a la misma cota que el resto de la planta baja y en el interior de un patio de manzana que no tiene ningún interés (quizá únicamente intuir algo de la sección del edificio, pero poco). Pregunté si era posible visitar los teatros, y parece que la única forma de hacerlo es pagar la entrada para una función ... o esperar a la próxima semana de la arquitectura.

Para el que le interese,
aquí dejo algunas fotos del conjunto: regularcitas, pero suficientes. Por cierto, qué desafortunado resulta para la fotografía amateur de arquitectura urbana el enjambre de farolas, carteles, señales de tráfico, semáforos y trastos similares: lo que uno ignora cuando camina por la calle, se convierte en maldito protagonista cuando quiere sacar cuatro fotos.

TEATROS DEL CANAL, calle de Cea Bermúdez, 1 c/v calle de Bravo Murillo. 28003 Madrid.

4 comentarios:

loquemeahorro dijo...

El otro día pasé por delante en el autobús y me acordé de que habías comentado el edificio.

Estoy intentado abrir un poco mi mente a la arquitectura moderna, y mirarla con tus ojos.

Sigo en ello!

Lo de no poder visitar nada de nada, excepto un día al año en que hay unas colas mortales, no sé ni si merece que lo comente, es tan vergonzoso..

xGaztelu dijo...

Buen ejercicio ese de mirar lo que vale la pena ser visto. De todas maneras, LOQUEMEAHORRO, quizá este edificio no es de los más "fáciles": si no te entusiasma, no desesperes ni pierdas esa sana costumbre. Madrid esta lleno de cosas interesantes.

Tampoco yo entro a lo de las visitas, por no insistir: lo has dicho todo (y eso que no has dicho nada ...).

xG

Alfaraz dijo...

De Navarro Baldeweg todos conocemos la la biblioteca de la Puerta de Toledo, que fue un hito en su momento a pesar de que pasa desapercibida en la plaza en la que se encuentra.
Por el contrario, parece que aquí se trataba de crear un espacio lo más llamativo posible, lo cual no siempre resulta. A ver si me paso por la zona, que no lo conozco ni por fuera.

.

xGaztelu dijo...

ALFARAZ, échale un ojo cuando puedas: creo que no trata de ser llamativo por ser llamativo, sino de posicionarse como pieza singular en una zona anodina. De todas maneras, ya he comentado que me parece que no es un edificio fácil, de los que se entienden –léase también gustan- a la primera.

xG