martes, 23 de junio de 2009

LAS EDADES DEL HOMBRE, en la CONCATEDRAL DE SAN PEDRO de SORIA











Aprovechando el falso corpus que la CAM brindó a los madrileños hace ya casi un par de semanas, nos fuimos a Soria a la última edición de LAS EDADES DEL HOMBRE, titulada PAISAJE INTERIOR.

Ya he visto unas cuantas EDADES DEL HOMBRE: no muchísimas, ni desde luego todas, pero sí tres o cuatro. En esta última no conecté especialmente con lo que se exponía en la CONCATEDRAL DE SAN PEDRO. Es una buena ocasión para ver piezas de cierta calidad –algunas realmente buenas: el pelícano-sagrario, los dos grandes velos de pasión para cubrir retablos, el Cristo yacente de Gregorio Fernández, un calvario muy medieval o un san José muy posterior (¿XVII? ¿XVIII?) con un niño Jesús “sanísimo”- que de otra manera no se podrían ver o que hacerlo llevaría una eternidad y muchos kilómetros. Pero, la verdad, tuve sensación de más-de-lo-mismo, de cosa muy vista.
LAS EDADES DEL HOMBRE tiene un indudable interés como procedimiento para mantener y restaurar el patrimonio, para darlo a conocer, pero como exposición frecuente pienso que es una fórmula agotada, una forma fácil de explotar el éxito. Seguramente si las plantearan con más selección en las piezas expuestas y menos frecuencia, ganarían en ese interés que, al menos para mi, han perdido ...

Sí son muy muy interesantes otros dos edificios que tuve ocasión de visitar: SAN JUAN DE DUERO, que no forma parte de LAS EDADES DEL HOMBRE pero que está a dos pasos de la CONCATEDRAL DE SAN PEDRO, y la ermita de SAN BAUDELIO DE BERLANGA, una de las sedes secundarias de la exposición. Quizá esto es deformación profesional y a muchos no les dirán casi nada, pero a mi me parece que valen la pena.

SAN JUAN DE DUERO tiene un claustro conocidísimo, con esos arcos entrelazados tan interesantes y tan bonitos. Y dentro de la iglesia los dos templetes situados entre la nave y el ábside, tan bien puestos y tan singulares: aunque ya los conocía, me entusiasmaron; y es que siempre me llama poderosamente la atención el fenómeno “arquitectura dentro de arquitectura”.

SAN BAUDELIO DE BERLANGA es un edificio que había estudiado hace años, pero que nunca había visitado (sí he visto, lógicamente, las pinturas murales del Museo del Prado). Es una construcción muy singular, con esa “palmera” que soporta la cubierta, con ese coro sostenido por columnitas y arcos de herradura, y con todos esos restos de pintura románica (alucinante toda la historia de cómo se las llevaron ...).

SAN MIGUEL DE GORMAZ es la otra sede secundaria de la exposición, a los pies de la fortaleza califal. Me dijo menos, aunque la pintura tiene interés y está bien explicada.

500 km. para un día lleno de arte y de Río Duero.

3 comentarios:

Alfaraz dijo...

Esas fotos de San Baudelio están PROHIBIDISIMAS y se te echa encima el vigilante.
Un descuido, supongo.

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xGaztelu dijo...

ALFARAZ no sé por qué lo dices: el vigilante que estaba allí ese día, y los dos “guías” de la exposición, no ponían ninguna pega a las fotos, siempre que fueran sin flash, claro. Yo hice unas cuantas, no muchas: unas salieron bien, otras no muy allá. De todas maneras, las dos que he puesto en esta entrada son del propio catálogo de la exposición, ligeramente retocadas para mejorar la luz y entonarlas con la de San Juan de Duero (que sí es de ese día), pero tengo casi las mismas hechas por mí: las de la palmera, aceptables, y la de la nave desde el altar peor encuadrada ...

xG

Alfaraz dijo...

Estuve el año pasado, grupito pequeño, y el vigilante con cien ojos a ver que se hacia. Nos repitió 2o veces lo del flash, y todo el rato pendiente de si sacabamos del bolsillo no se sabe qué.

Mientras que ese hombre esté allí, la ermita seguirá muy bien conservada.

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