martes, 4 de agosto de 2009

¿OLVIDAR A RODIN? en la FUNDACIÓN MAPFRE-RECOLETOS




Partiendo de la realidad de que cualquier exposición tiene interés y es una pena perdérsela (bueno, vale: exagero. Un 90 % de las exposiciones ...), a nadie se le escapa que hay exposiciones y exposiciones. Lógicamente, a la hora de analizar una en concreto, el saco en la que la metemos es una decisión tremendamente subjetiva: depende de 1.000 factores, algunos son objetivos pero otros muchos son tremendamente personales: conocimientos, sensibilidad, intereses, edad ... hasta la sala y la puesta en escena ayudan o dificultan –mucho- la valoración de una exposición.

Dicho esto me atrevo a afirmar que ¿OLVIDAR A RODIN? es una exposición interesante pero limitada; quizá demasiado específica (se centra en la escultura realizada en París entre 1905 y 1914). Y, desde luego, demasiado llena.

La escultura siempre es potente, y cuando las piezas tiene cierto tamaño (lo que se da en algunas de las que MAPFRE nos presenta), más. Pero a la vez –o precisamente por eso, por la fuerza que tiene- atiborrar una sala de esculturas a mi me resulta poco acertado: a las piezas les falta aire, entorno, no resulta fácil valorarlas autónomamente. A veces eso es lo que se pretende, la comparación, y entonces sí: es el caso, por ejemplo, de las vitrinas con cabezas que uno se encuentra al llegar a la primera planta, o de los torsos que hay emparejados en algunos puntos. Pero en general ¿OLVIDAR A RODIN? me ha parecido un almacén de piezas. Interesante, del que se puede aprender, del que uno se lleva más conocimiento del que tenía cuando entró, pero también un poco agobiante.

Puede ser la sala, de la que ya he hablado –mal- en selecciónARTE, porque las piezas no son malas; o mejor, son buenas.

¿Con cuáles me quedo? Hay algunas llamativas e interesantes, como MEDITERRÁNEA, de MAILLOL. Otras sutiles y de gran sensibilidad, como EL PORTADOR DE RELIQUIAS, de MINNE. Pero quedarme, quedarme, me quedo con dos de LHEMBRUCK que hay al final del recorrido: CAÍDO (la hemos visto recientemente en Madrid en otra sede) y JOVEN SENTADO.

Llama la atención –seguro que cualquier experto sabrá explicar el motivo, e incluso yo podría aventurar alguno- la unidad de los temas, que se repiten en varios artistas.

¿Vale la pena visitar ¿OLVIDAR A RODIN?? ¡Hombre, las piezas son buenas, y cualquier exposición tiene interés y es una pena perdérsela!

5 comentarios:

Alfaraz dijo...

Esta en concreto aún no la he visto, pero ya hemos comentado lo limitado de las salas. Con lo facil que hubiera sido no cegar las ventanas y recibir la luz de la Castellana.
Parece que hay cosas de todo el mundo menos de Rodín. Ya seria demasiada saturación, claro.

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loquemeahorro dijo...

Bueno, en la sala "pequeña" de la Fundación Canal, han puesto unas cuantas exposiciones que eran de lo más prescindible, para ser exactos, casi todas.

Como la de los culos, que parecían fotos del Vogue, o una de sillas plegables, que vaya tontuna.

Claro, que un día entré en ¿Serrano? en una que eran videos de gente mirando a la cámara sin decir nada, o algo así, que directamente me fui.

Aunque nadie me podrá decir que no me atrevo con todo, teniendo en cuenta que una vez vi uno, de una chica que hablaba con su pelo y después se enfadaba con él....

En fin, el mundo del arte, que es muy proceloso.

Me la apunto en el capítulo de "si paso por ahí", gracias por hacer de avanzadilla.

xGaztelu dijo...

ALFARAZ, LOQUEMEAHORRO, pasaros por allí a ver qué os parece (también hay algunas cosas de RODIN ...).

xG

Ana Muela Sopeña dijo...

Precioso blog en su conjunto. Me ha encantado visitarlo.

Un saludo
Ana

xGaztelu dijo...

ANA, muchas gracias por tu elogioso comentario. Pásate de vez en cuando por selecciónARTE (y si ves que bajo el nivel ¡avisa!).

xG