martes, 30 de junio de 2009

CABECERA DE JUNIO DE 2OO9




Durante el mes de junio de 2OO9 la cabecera de selecciónARTE ha sido una foto del crematorio del SKOGSKIRKOGÅRDEN, Cementerio del Bosque o Cementerio Sur de ESTOCOLMO, proyectado por ERIC GUNNAR ASPLUND y SIGURD LEWERENTZ en 1915 (aunque, como le pasa a otras obras de ASPLUND, su ejecución se alarga enormemente en el tiempo y no se inaugura hasta 1940); la fotografía está hecha desde la colina de la meditación. El conjunto fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

En 2002 tuve ocasión de pasar unas semanas en ESTOCOLMO. Aproveché –entre otras muchas cosas- para ver en directo las obras de ERIC GUNNAR ASPLUND que desde la carrera tanto me habían atraído, quizá de manera poco racional porque no sé explicar con claridad qué le veo a al arquitecto sueco.

Es verdad que uno de mis primeros proyectos en la universidad fue un pequeño pabellón en una villa de ASPLUND: me “vendieron” muy bien al arquitecto, y desde entonces he estudiado su obra, ciertamente singular: se mueve entre el regionalismo nórdico casi casi romántico y el racionalismo europeo más radical.

Las obras de ASPLUND vistas, recorridas, miradas con detalle y en directo, hablan muy bien del arquitecto: quizá su forma de hacer no tenga nada que ver con la nuestra (con la mía), pero se nota ese no-se-qué de las grandes obras.

Visité con detalle y varias veces la BIBLIOTECA MUNICIPAL DE ESTOCOLMO (1921-1928), ese enorme tambor cilíndrico lleno de libros, absolutamente evocador; después de mucho buscar por DJURSHOLM localicé y puede ver la VILLA SNELLMAN (1917-1918), la de mi primer pabelloncito ... Eso sí, sólo verla por fuera: los actuales dueños, que estaban de tertulia en la puerta, se portaron bien dejándonos entrar en su jardín, pero no al interior de la villa: se les notaba con el lógico recelo ante unos extranjeros que invaden su propiedad, y quizá aburridos de ser foco de “peregrinaje” de tanto arquitecto pelmazo. Visité el cine SKANDIA (1922-1923).

Y visité el CEMENTERIO DEL BOSQUE: de lo mejor que he visto en paisajismo. El acceso cuesta arriba, con la pradera a un lado y el muro que va creciendo al otro, la gigantesca cruz que espera en lo alto para señalarnos la llegada, la visión del bosque, el atrio del crematorio y el propio crematorio, el lago, la colina de la meditación, las capillas del Bosque y de la Resurrección, el edifico de servicios generales. Todo es magistral. En el centro de información tuvimos la suerte de dar con dos mujeres encantadoras (una sudamericana, más mayor, y otra sueca, joven) que nos enseñaron todo aquello, y con especial detalle la capilla del Bosque (incluso encendieron las velas de todos los apliques de las paredes para que pudiéramos valorar el efecto de luz buscado por ASPLUND); también recuerdo –como nota negra-que al visitar el crematorio estaban velando a un chileno ...

Recuerdo muchas más cosas, pero no pretendo contar mi vida. Acabo señalando que ESTOCOLMO es una de esas ciudades que impactan (no así lo que pude ver del resto de SUECIA –no fue muchísimo, esa es la verdad- que encontré muy discreto). Quizá porque no esperaba una ciudad tan interesante y tan bonita: una auténtica maravilla. Desde luego, recomiendo vivamente el viaje: el Mar Báltico, el Lago Mälaren, Gamla Stand, la isla de Durjgården, el archipiélago, todo. Es una lástima que apenas conserve fotografías de aquellos días (sólo la foto de la cabecera es mía -parte de una foto mía: el resto las tomo prestadas de la red).

viernes, 26 de junio de 2009

LA LEYENDA DEL SANTO BEBEDOR, de JOSEPH ROTH


Andreas es un mendigo borrachín y mujeriego, un clochard que vive bajo los puentes del Sena, en París. Una noche, un misterioso individuo se le acerca y le ofrece 200 francos como ayuda. Andreas los admite con la promesa de devolverlos, pero su benefactor le indica que debe devolverlos como ofrenda a Santa Teresita de Lisieux en una iglesia de París, Sainte Marie des Batignolles, al final de una de las misas de domingo. Una serie de sucesos inesperados –quizá milagrosos- hacen que Andreas siga consiguiendo cantidades de dinero más o menos importantes; y otos sucesos –que no podemos calificar de milagrosos, aunque sí de casuales- que las vaya perdiendo, de manera que a pesar de su buena intención semanal de entregar la limosna a la santa, no lo consigue. Finalmente (creo que en este caso no importa desvelar el final, sobradamente conocido: quien no quiera enterarse, que pase al siguiente párrafo), en su tercer intento, Andreas muere a los pies de la santa, o de quien él piensa que es la santa en persona que ha venido a ayudarle a pagar su deuda.

LA LEYENDA DEL SANTO BEBEDOR es un relato breve, sencillo, donde al empeño del protagonista por hacer el bien se van enfrentando las circunstancias del mal, que se lo impiden. ROTH lo escribe poco antes de su muerte (la publicación, en 1939, es póstuma) y parece autobiográfico: ROTH debía aplicarse bastante bien a la bebida. Dos pistas de esta afición: en el dibujo/retrato que acompaña esta entrada el propio ROTH anotó “Das bin ich wirklich; boese, besoffen, aber gescheit.”: “Así soy realmente: maldito, borracho, pero lúcido”. La segunda es la última frase de LA LEYENDA DEL SANTO BEBEDOR: “Gebe gott uns allen, uns trinkern, einen so leichten und shönen Tod.”: “Denos Dios a todos nosotros, bebedores, tan liviana y hermosa muerte.”

Por un lado, el tema de fondo de LA LEYENDA DEL SANTO BEBEDOR me parece una idea universal: todos sabemos lo difícil que a veces resulta hacer bien las cosas, por más ganas que tengamos de ser buenos. Por otro lado, la forma concreta de exponer esa idea resulta un poco simplona: las “argucias del mal” para impedir que Andreas cumpla su objetivo son tan tontas que no resultan creíbles. Aunque, bien pensado, me parece que esto es un asunto menor: quiere ser una leyenda, un tipo de relato que normalmente es esquemático y sencillo.

De JOSEPH ROTH ya había leído LA CRIPTA DE LOS CAPUCHINOS, que me pareció interesante (relata la caída del imperio Austro-Hungaro); nunca me he animado con LA MARCHA RADETZKI, aunque dicen que es lo mejor de ROTH y más de una vez me lo han recomendado. LA LEYENDA DEL SANTO BEBEDOR es un texto ya clásico que se lee en un rato: aunque, en mi opinión, no consiga el calado que pretende, su lectura no está de más.

martes, 23 de junio de 2009

LAS EDADES DEL HOMBRE, en la CONCATEDRAL DE SAN PEDRO de SORIA











Aprovechando el falso corpus que la CAM brindó a los madrileños hace ya casi un par de semanas, nos fuimos a Soria a la última edición de LAS EDADES DEL HOMBRE, titulada PAISAJE INTERIOR.

Ya he visto unas cuantas EDADES DEL HOMBRE: no muchísimas, ni desde luego todas, pero sí tres o cuatro. En esta última no conecté especialmente con lo que se exponía en la CONCATEDRAL DE SAN PEDRO. Es una buena ocasión para ver piezas de cierta calidad –algunas realmente buenas: el pelícano-sagrario, los dos grandes velos de pasión para cubrir retablos, el Cristo yacente de Gregorio Fernández, un calvario muy medieval o un san José muy posterior (¿XVII? ¿XVIII?) con un niño Jesús “sanísimo”- que de otra manera no se podrían ver o que hacerlo llevaría una eternidad y muchos kilómetros. Pero, la verdad, tuve sensación de más-de-lo-mismo, de cosa muy vista.
LAS EDADES DEL HOMBRE tiene un indudable interés como procedimiento para mantener y restaurar el patrimonio, para darlo a conocer, pero como exposición frecuente pienso que es una fórmula agotada, una forma fácil de explotar el éxito. Seguramente si las plantearan con más selección en las piezas expuestas y menos frecuencia, ganarían en ese interés que, al menos para mi, han perdido ...

Sí son muy muy interesantes otros dos edificios que tuve ocasión de visitar: SAN JUAN DE DUERO, que no forma parte de LAS EDADES DEL HOMBRE pero que está a dos pasos de la CONCATEDRAL DE SAN PEDRO, y la ermita de SAN BAUDELIO DE BERLANGA, una de las sedes secundarias de la exposición. Quizá esto es deformación profesional y a muchos no les dirán casi nada, pero a mi me parece que valen la pena.

SAN JUAN DE DUERO tiene un claustro conocidísimo, con esos arcos entrelazados tan interesantes y tan bonitos. Y dentro de la iglesia los dos templetes situados entre la nave y el ábside, tan bien puestos y tan singulares: aunque ya los conocía, me entusiasmaron; y es que siempre me llama poderosamente la atención el fenómeno “arquitectura dentro de arquitectura”.

SAN BAUDELIO DE BERLANGA es un edificio que había estudiado hace años, pero que nunca había visitado (sí he visto, lógicamente, las pinturas murales del Museo del Prado). Es una construcción muy singular, con esa “palmera” que soporta la cubierta, con ese coro sostenido por columnitas y arcos de herradura, y con todos esos restos de pintura románica (alucinante toda la historia de cómo se las llevaron ...).

SAN MIGUEL DE GORMAZ es la otra sede secundaria de la exposición, a los pies de la fortaleza califal. Me dijo menos, aunque la pintura tiene interés y está bien explicada.

500 km. para un día lleno de arte y de Río Duero.

jueves, 18 de junio de 2009

ARANMANOTH, de ANA MARÍA MATUTE

Desde hace tiempo tengo ganas de leer OLVIDADO REY GUDÚ, de ANA MARÍA MATUTE. Conservo muy buen recuerdo de LUCIÉRNAGAS (aunque bastante lejano, todo sea dicho: lo leí hace mil años), y un recuerdo reciente y más que bueno –estupendo- de PRIMERA MEMORIA. Así que buscando al REY GUDÚ cayó en mis manos ARANMANOTH, de la misma autora, y me lancé a por él.

ARANMANOTH es una novela breve, en clave de cuento de hadas, situado temporalmente en una supuesta edad media y geográficamente en la tierra del buen Señor de Lines. Relata la aventura de ARANMANOTH –hijo del Señor de Lines y la más joven hada del agua- y WINDUMANOTH, la niña-esposa del de Lines.

ARANMANOTH desarrolla la búsqueda de un sueño, y el enfrentamiento entre la bondad y pureza de corazón y la perversa, dura e inevitable realidad. Evocador y poético, resulta muy grato de leer, aunque no tenga el final feliz que nos gustaría. Eso sí, de ANA MARÍA MATUTE prefiero los dos que cité al principio, en mi opinión mejores que ARANMANOTH.

Seguiré buscando OLVIDADO REY GUDÚ, claro ...

lunes, 15 de junio de 2009

JOAQUÍN SOROLLA en el MUSEO DEL PRADO


Hace unos meses una andaluza hizo un comentario a una de las entradas de selecciónARTE que decía, más o menos, que era una suerte poder disfrutar de la riqueza cultural de Madrid. Yo contesté diciendo que también fuera de Madrid se podían ver-hacer-conocer un montón de cosas interesantes. Pienso que el fondo de mi contestación es real como la vida misma, pero también reconozco que ANA MARÍA tenía mucha razón, y que mi contestación es de todo a cien, una simplonada, un lugar-común-pero-que-de-lo-más-común: es una auténtica fortuna poder escaparse una tarde del despacho y acercarse al PRADO a ver la exposición de SOROLLA. Un lujo.

También hace unas semanas publiqué una entrada en selecciónARTE sobre la exposición de JUAN MUÑOZ en el MNCARS en la que manifestaba mi más rendido entusiasmo por el artista y por la muestra, y acaba sugiriendo que era un must. No queda más remedio que repetirme: magnífica la exposición de JOAQUÍN SOROLLA en el MUSEO DEL PRADO. Una delicia (en este caso era absolutamente previsible, pero esto no le quita ni mérito ni interés). Obligatoria.

Pretender explicar aquí quién es JOAQUÍN SOROLLA es una tarea que me excede. Por eso prefiero simplemente dejar constancia de las cosas que me iban viniendo a la cabeza al recorrer la exposición (casi casi como las anoté esa misma tarde), aunque creo imposible reflejar los mil matices que uno descubre delante de cada cuadro.

La luz de JOAQUÍN SOROLLA; la luz y la sombra; la luz reflejada; la luz coloreada; los “trozos” de luz; la luz de mañana; la luz de atardecer; la luz de tormenta; la luz de Valencia; la luz de Galicia; la luz del País Vasco ...

El mar de JOAQUÍN SOROLLA; el mar Mediterráneo; la luz del mar Mediterráneo; el color del mar Mediterráneo; el color del Atlántico ...

El agua de JOAQUÍN SOROLLA; el agua del mar; el agua de La Granja; el agua del estanque; los reflejos del agua; el agua con luz; el agua en la sombra ...

La arena de JOAQUÍN SOROLLA; la arena seca; la arena mojada; la arena secándose; la arena color arena; la arena color malva ...

Las telas de JOAQUÍN SOROLLA; las telas mojadas; las telas secas; las telas –las velas- infladas; las telas –las velas- remendadas ...

La escala de los cuadros de JOAQUÍN SOROLLA; la gran escala; la escala mediana; la pequeña escala. El paisaje de JOAQUÍN SOROLLA. Los retratos de JOAQUÍN SOROLLA; Clotilde; María; la familia. La técnica de JOAQUÍN SOROLLA.

La genialidad de JOAQUÍN SOROLLA.

Acabo diciendo que en esta exposición hay muchos cuadros vistos en otras ocasiones o exposiciones, pero he repetido de lo más a gusto. Y hay otros –los de THE HISPANIC SOCIETY OF AMERICA- que sólo había visto en reproducciones y que sería delito perderse. ¿Cuál es el mejor? No sabría contestar, me quedaría casi con cualquiera, cada uno tiene algo que lo hace singular, único. De hecho, al tratar de decidir cuál podría ilustrar esta entrada pensaba que cualquiera, o mejor, que todos: los pondría todos. Finalmente he elegido COSIENDO LA VELA que desde la primera vez que lo vi (en MAPFRE-AZCA hace ya años) me ha parecido estupendo.

No me extrañaría nada que acabe volviendo al PRADO para ver de nuevo a JOAQUÍN SOROLLA.

miércoles, 10 de junio de 2009

LA IMPORTANCIA de las COSAS, de MARTA RIVERA de la CRUZ


Casi con total seguridad lo primero que todos los lectores de LA IMPORTANCIA DE LAS COSAS habremos leído es que la pacífica existencia de Mario Menkell – un tímido profesor universitario autor de una única y exitosa novela – cambia de golpe cuando tiene que hacerse cargo de los efectos personales de su inquilino, Fernando Montalvo, que acaba de suicidarse. El atribulado Menkell descubrirá que el piso del que es propietario está abarrotado de los objetos más variopintos: una colección de vitolas de puros, un lote de gramolas antiguas, porcelanas, miniaturas, huchas de cerámica, soldados de plomo... Tras el desconcierto inicial, Menkell entenderá que las cosas de Montalvo pueden ser un generoso guiño del destino, que por una vez parece haberse puesto de su parte. Ayudado por Beatriz, la mujer a la que ama en secreto desde hace años, Mario Menkell será capaz de reconstruir la misteriosa existencia de Fernando Montalvo y encontrará así una historia excepcional que puede brindarle la gran oportunidad de su vida. Es el texto de la contraportada, que resume el libro sin descubrir lo que no debe.

La última novela de MARTA RIVERA DE LA CRUZ me ha gustado. Tiene, como la mayoría de los libros, cosas buenas y cosas no tan buenas.

Entre las cosas buenas, un tono general amable que se agradece, con un final a lo “comieron perdices” siempre animante y algunos personajes atractivos y bien construidos (me ha gustado Anna Livia Schzerny). Entre las malas, la perdida de elegancia respecto a otras obras suyas. Yo sospecho que RIVERA DE LA CRUZ ha pretendido huir del ambiente ñoño y provinciano (dicho en el mejor de los sentidos) de novelas anteriores, y para eso se ha pasado al palabro y a lo socialmente correcto: sin que sea especialmente molesto, sí da un poco pena, la verdad. Es como si quisiera evitar a toda costa que alguien le pueda identificar con la profesora Dorinda García, uno de los personajes de la novela que enseñaba Introducción a la Literatura del Siglo xx y estaba tan chapada a la antigua que se ruborizaba al hablar de Bukowski o de Henrry Miller. Carga la mano de manera exagerada con los alumnos de la Universidad Luis de Camoens: vale que sean pijos, y que deba quedar claro, pero de ahí a insistir hasta la nausea hay un recorrido en el que uno (una, en este caso) debe saber parar a tiempo; vale que los universitarios dicen tacos; pero de ahí a tener que escribirlos todos hay un recorrido en el que uno ... Hay más ejemplos, quizá mejores que los señalados, pero paro: como ya he dicho, LA IMPORTANCIA DE LAS COSAS me ha gustado, y no quiero cargar la mano en aspectos que aunque haya que decirlos no son –ni mucho menos- los más significativos de la novela.

En cuanto a la estructura del texto, MARTA RIVERA DE LA CRUZ recurre de nuevo a dos historias que se desarrollan en paralelo, de forma parecida a lo que hizo en EN TIEMPO DE PRODIGIOS (mucho más relacionas ahora que entonces). La escritura es más fresca, actual e irónica que en obras anteriores. El argumento engancha y se lee muy bien. Es verdad que la novela tiene algún momento más flojete, que es previsible (aunque quizá este comentario no es del todo justo si se hace cuando uno ha terminado de leer el libro) y evidente: se le ve el plumero a la hora de manipular al lector para ponerle a favor o en contra de los personajes. En algún momento clave la autora rompe las reglas con las que ha jugado durante todo el texto y pasa a ser un dios que conoce todo: si hasta entonces la historia nos la cuentan –o la conocen- los propios personajes, de repente es MARTA RIVERA DE LA CRUZ la que explica acontecimientos importantes para la trama. Es muy libre de hacerlo, que para eso el libro es suyo, pero resulta un poco tramposo en una novela que pretende tener cierta intriga: Mario Menkell nunca hubiera podido conocer la historia de Fernando Montalvo como la conocemos nosotros con la ayuda de la autora.

Es la cuarta novela que leo de MARTA RIVERA DE LA CRUZ. Empecé con HOTEL ALMIRANTE, con la que disfruté mucho; luego vino QUE VEINTE AÑOS NO ES NADA, que también me gustó aunque ya me sonó a conocido; después EN TIEMPO DE PRODIGIOS, semifinalista del Premio Planeta de 2006 (ese año ganó ÁLVARO POMBO, si no recuerdo mal), que tiene lo mejor que he leído de RIVERA DE LA CRUZ, la parte en la que Cecilia narra su situación con motivo de la reciente muerte de su madre: magnífico. Y ahora LA IMPORTANCIA DE LAS COSAS. No puedo negar que me gusta, y que considero que vale la pena seguir su trabajo.

Para quien le interese, aquí dejo un link con su sitio web (lo poco que he leído del blog tiene gracia).

lunes, 8 de junio de 2009

VIVIENDAS EN SANCHINARRO, de RAMÓN ANDRADA GONZÁLEZ-PARRADO




Tenía interés en ver si estaba acabado el EDIFICIO CELOSÍA que MVRDV y BLANCA LLEÓ están construyendo en Sanchinarro, así que me acerqué por allí. No está terminado todavía, aunque no le falta mucho; ya lo comentaré en selecciónARTE cuando se pueda ver el resultado final ...

En la manzana contigua a la de los holandeses descubrí otra promoción que me pareció interesante: dos bloques, uno con forma de L y otro de U, acabados con piezas de prefabricado gris de gran tamaño con un despiece bien compuesto, y unos huecos interesantes, en general rasgados y largos que acaban rematándose en otros, cuadrados, grandes y profundos (son terrazas). Unos y otros –macizos y vanos- dan a los paños de fachada una composición singular: no es la habitual repetición de elementos mejor o peor repartidos en todo el frente (indudablemente hay repetición, como exige una edificación de vivienda colectiva en altura), sino que se trata una solución unitaria, que consigue una imagen completa, como de gran lienzo. Me pareció acertado, interesante.

Buscando en la web apenas he encontrado información, aunque parece que son de RAMÓN ANDRADA GONZÁLEZ-PARRADO. No se trata de un conjunto excepcional, pero es otro ejemplo de arquitectura residencial cuidada que sobresale entre un mar de promociones muy muy discretas.
VIVIENDAS EN SANCHINARRO, de RAMÓN ANDRADA GONZÁLEZ-PARRADO. Calle del Alcalde Henche de la Planta c/v calle del Alcalde Aristizábal Manchón c/v calle de Isabel Clara Eugenia c/v calle del Alcalde Conde de Mirasol.

miércoles, 3 de junio de 2009

PUENTE DE LOS SUSPIROS, de RICHARD RUSSO


Louis Charles Lynch tiene 60 años; es hijo –único- de Louis Lynch (Lou el Grande) y padre de Owen Lynch; esta casado con Sarah Berg, su madre es Tessa y su nuera Brindy. Todos viven –o han vivido- en Thomaston, un pueblo del estado de New York. Desde siempre, Bobby Marconi es el gran amigo de Lucy (así llaman a nuestro protagonista por un error tonto cometido por la profesora en su primer día de clase en la guardería: Lou C. suena igual que Lucy, aunque Lou es nombre de chico y Lucy de niña ...). Por un motivo que el lector desconoce, Bobby se marchó de Thomaston al terminar al último curso del instituto y ahora, convertido en un cotizado pintor conocido como Robert Noonan (apellido de soltera de su madre), vive en Venecia y está a punto de inaugurar una exposición en New York.

Sobre este escenario y con esos personajes arranca PUENTE DE LOS SUSPIROS, en el momento en Lou C. ha decidido viajar a Italia con Sarah para reencontrar a Bobby. Antes de salir de viaje, Lou C. está escribiendo los recuerdos de toda su vida ...

Aunque no se puede contar más del argumento (es una de esas novelas que pretende ir avanzando poco a poco y reservar un final-sorpresa para la última página y media), RICHARD RUSSO mezcla recuerdos del pasado y situaciones del presente para desplegar ante nosotros toda la vida de las tres generaciones de Lynch, y la de sus vecinos de Thomaston, sin perder detalle.

Y sobre esto del detalle hay que aclarar cuanto antes que una de las características importantes de PUENTE DE LOS SUSPIROS es su extensión: tiene casi setecientas páginas de letra apretada. Digo esto porque en tantísimo texto caben todos los detalles del mundo; en tanto texto se pueden analizar los caracteres de cada uno de los personajes hasta su mismísimo fondo, llegando a conocerlos perfectamente; en tanto texto se pueden desarrollar los acontecimientos sin perder un segundo de la historia cuando es necesario; en tanto texto caben momentos brillantes (la primera clase del profesor Berg, por ejemplo, es un pasaje magnífico) y periodos largos con mucho interés. RICHARD RUSSO consigue todo esto en su novela. Pero claro, en tanto texto es fácil que haya pérdidas de ritmo, secuencias peor llevadas y episodios farragosos o al menos poco conseguidos. También le pasa algo de esto a RUSSO en su novela. Hay muchas más partes buenas que malas, pero de todo hay.

La estructura narrativa de PUENTE DE LOS SUSPIROS está trabajadísima y muy conseguida. En cambio, la traducción tiene momentos menos afortunados.

Sería larguísimo detallar todos los contenidos del libro. Sí se puede decir que los personajes femeninos son en motor de la novela, y que a medida que uno lee va intuyendo paralelismos en las situaciones de las tres generaciones; no puedo desarrollarlos por no destripar el libro, pero ahí están: los hombres de cada generación en paralelo con los hombres de la siguiente, y las mujeres con las mujeres. Únicamente Bobby rompe esta regla, y por eso es el detonante de lo que pasa en PUENTE DE LOS SUSPIROS. El libro también refleja –insisto, entre otras mil cosas- como un entorno familiar estable –el de Lucy- genera un carácter que podemos señalar como tradicional, no tanto en valores como en actitudes: un carácter que tiene como coordenadas vitales la familia, los recuerdos, el poco afán de cambios, la confianza en la bondad de todos ... En cambio, un entorno familiar inestable –el de Bobby- genera un carácter inestable: despegado, más combativo, violento incluso, deseoso –casi necesitado- de variedad, de retos, de aventura. En este caso, Sarah es la excepción que confirma la regla.


PUENTE DE LOS SUSPIROS es lo único que he leído de RICHARD RUSSO, a quien desconocía a pesar de su Premio Pulitzer en 2002 por EMPIRE FALLS y de haber escrito NI UN PELO DE TONTO, que se llevó al cine con PAUL NEWMAN como protagonista. No puedo, por lo tanto, hacer una valoración general o comparativa, pero sí puedo decir que PUENTE DE LOS SUSPIROS me ha gustado, a pesar de esos bajones que tiene de vez en cuando. No la incluiré en la lista de mis diez novelas favoritas (que, por cierto, no he hecho nunca), pero desde luego tiene calidad. Si alguno se anima y tiene tiempo por delante, es una buena recomendación. Un detalle tonto sobre lo larga que es y lo del tiempo por delante: normalmente nunca mezclo novelas. Puedo tener vivos varios libros a la vez (una novela, un ensayo y un texto de tema profesional, por ejemplo), pero las novelas las leo una detrás de otra, y no empiezo la siguiente hasta terminar la anterior. En el caso de PUENTE DE LOS SUSPIROS he intercalado cuatro títulos de por medio, tres ya los he comentado en selecciónARTE y el otro –un relato breve, en realidad- supongo que acabará apareciendo (quizá no inmediatamente, pero está ya escrito ...).