sábado, 31 de julio de 2010

CABECERA DE JULIO 2010: EL VERANO EN PERSONA

Durante el mes de julio de 2010 la cabecera de selecciónARTE ha sido un detalle de EL VERANO, de GIUSEPPE ARCIMBOLDO. Óleo sobre tabla pintado en 1563, mide 67 x 50,8 cm y se encuentra en el KUNSTHISTORISCHES MUSEUM de Viena.

ARCIMBOLDO pintó varias series de las cuatro estaciones personificadas utilizando elementos vegetales: además de los cuadros del KUNSTHISTORISCHES, en el LOUVRE se pueden ver varios, y en Madrid tenemos una PRIMAVERA en la REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO. Con el mismo estilo trabajó sobre los Elementos –el fuego, la tierra, el agua, el aire- que resuelve no con vegetales sino con animales, minerales y los propios elementos. Vale la pena fijarse un poco en los detalles, que tienen su gracia (aquí dejo el agua y el fuego):



ARCIMBOLDO también realizó algunos retratos vegetales: quizá el más conocido es el RETRATO DE RODOLFO II COMO VERTUNO, de 1591, que se encuentra en el CASTILLO SKOKLOSTER, en Suecia. VERTUNO (o VERTEMNUS) era el dios romano de las estaciones, y personificaba el crecimiento y el cambio que se produce en las plantas a medida que pasa el tiempo: reconoceréis que el “disfraz” a base de cebollas, pepinos, alcachofas, lechugas y flores es de lo más apropiado para un dios con esa tarea ...

jueves, 29 de julio de 2010

GHIRLANDAIO Y EL RENACIMIENTO EN FLORENCIA en el MUSEO THYSSEN-BORNEMISZA de MADRID


Junto con TURNER Y LOS MAESTROS tenemos en Madrid –hasta el 10 de octubre- otra exposición que vale la pena: GHIRLANDAIO Y EL RENACIMIENTO EN FLORENCIA. No me ha parecido tan vistosa ni tan completa como la del PRADO, pero desde luego es también interesante. Uno tiene cierta sensación de que el MUSEO THYSSEN-BORNEMISZA, cuando organiza la exposición, juega a su favor, porque realmente lo que hace es poner en valor una de sus obras más icónicas, el RETRATO DE GIOVANNA DEGLI ALBRIZZI TORNABUONI, imagen corporativa del museo desde siempre. Pero eso creo que no quita interés a GHIRLANDAIO Y EL RENACIMIENTO EN FLORENCIA.

Quizá me equivoque, pero pienso que la figura de DOMENICO BIGORDI (llamado GHIRLANDAIO por el oficio de su padre, fabricante de guirnaldas de joyas), no es especialmente conocida para la mayoría. Aunque es tan calve en la historia de la pintura italiana del Renacimiento como, por ejemplo, BOTTICELLI, seguramente todos podemos nombrar varias obras de éste y quizá una o ninguna de GHIRLANDAIO. No sé el motivo. Desde luego, en las colecciones españolas está muy poco representado: haciendo memoria no soy capaz de recordar ningún otro cuadro suyo en España además del retrato del THYSSEN. Esta circunstancia multiplica el interés la exposición, que nos acerca un puñado de obras del genio florentino (GHIRLANDAIO nace y muere en la ciudad de Florencia, 1449-1494) .

El MUSEO THYSSEN-BORNEMISZA hace un repaso por el retrato renacentista –pintado, acuñado en medallas, tallado en mármoles- tanto civil/doméstico como religioso; dedica un par de salas a lo que llaman Una boda aristocrática, donde reúnen obras importantes encargadas por la familia TORNABUONI con ocasión de la boda de Lorenzo y Giovanna, o por familias de su entorno: un buen motivo para presentar piezas interesantes; en la sala final se hace un estudio técnico del RETRATO DE GIOVANNA DEGLI ALBRIZZI TORNABUONI: rayos X, infrarrojos, estudio de los pigmentos, etc. Insito, ad maiorem Thyssen gloriam.

Los retratos de GHIRLANDAIO son una joya: la serenidad y la elegancia de la TONABUONI son, sin duda, maravillosas; la complejidad y la perspectiva del gran tondo de LA ADORACIÓN DE LOS MAGOS también son magníficas; la amabilidad de LA VIRGEN CON EL NIÑO es enternecedora, y el realismo del VARÓN DE DOLORES, conmovedor. Pero quizá el cuadro que más me ha sorprendido, por su belleza y por delicadeza, por su perfección técnica, es el RETRATO DE UNA MUJER JOVEN del MUSEU CALOUSTE GULBENKIAN (muchísimas ganas tengo de volver a Lisboa para visitar la colección GULBENKIAN, que no conozco). El resto de las obras (pintura de POLLAIUOLO, BOTTICELLI, LIPPI ...) complementan muy bien lo que la exposición pretende decir. Y lo que no es pintura, también vale la pena: las joyas, o esa encuadernación de orfebrería de un libro de horas, espectacular.




Un detalle secundario que he tenido en la cabeza al recorrer la exposición: me he ido fijando –como casi siempre que veo obras de esta época- en el atuendo de los personajes: por lo que nos enseñan de cómo era la moda del siglo XV, y por cómo los artistas son capaces de prescindir de consideraciones históricas que en otros planteamientos artísticos son imprescindibles. Es sobradamente conocido lo que quiero decir: independientemente de la escena que se represente y el momento en el que pase, los personajes muchas veces se visten según el uso del momento en el que se pinta: así por ejemplo, vemos a JASÓN con calzas bicolores renacentistas sin ningún tipo de rubor.

En fin, GHIRLANDAIO Y EL RENACIMIENTO EN FLORENCIA no es una exposición muy ambiciosa –o no me lo ha parecido- pero desde luego tiene gran interés y vale la pena acercarse a verla.

Por cierto, al salir del THYSSEN me acerqué a nuestro nuevo ayuntamiento, en la Plaza de Cibeles, porque me habían dicho que ya se podía visitar el patio interior: efectivamente ya está abierto y cubierto. Algún día le dedicaré una entrada en selecciónARTE.

martes, 27 de julio de 2010

TURNER Y LOS MAESTROS en el MUSEO DEL PRADO de MADRID


No pensaba dedicar ahora una entrada a la exposición de TURNER, aunque la vi hace ya un par de semanas. Y no pensaba hacerlo porque quería colgarla más adelante, en septiembre, cuando con gran probabilidad volveré al MUSEO DEL PRADO para ver de nuevo TURNER Y LOS MAESTROS.

Pero no me resisto: el domingo estuve viendo a GHIRLANDAIO en el THYSSEN y creo que conviene decir cuanto antes –en septiembre ya se estarán acabando, sobre todo la del PRADO- que hay que ir a las dos, porque son dos exposiciones maravillosas.

De GHIRLANDAIO hablaré seguramente mañana o pasado. Hoy un comentario breve –más o menos breve- para decir que TURNER Y LOS MAESTROS me pareció interesantísima. Es verdad que no encontré todo TURNER, que hubiéramos deseado más del TURNER “abstracto”, el TURNER de las brumas y de las formas insinuadas o incluso perdidas ... Algo de eso hay, por supuesto, pero no es una exposición de la obra de TURNER desde el principio hasta le final: es un interesantísimo intento –intento logrado, conseguidísimo- de contextualizar a TURNER para que lo entendamos y lo valoremos: quiénes son sus maestros, sus amigos, sus rivales, sus contemporáneos. Es una explicación de sus intenciones y de su forma de hacer. Es un recorrido por sus referentes.



TURNER Y LOS MAESTROS descubre la enorme capacidad del pintor, su gigante habilidad técnica, la formación y desarrollo de su lenguaje. Muestra como TURNER es capaz de desplegar muchísimas posibilidades, de llenar sus obras de matices. También refleja su afán de superación y de demostrar su valía; incluso, en cierta medida, su afán de brillar, de afirmarse como artista de primera ...

Pienso que TURNER es uno de esos artistas que realmente hacen avanzar el arte de la pintura, hay un antes y un después de TURNER. Y pienso que esta exposición muestra bastantes claves para entender porque esto es así.

Ya lo dije al comenzar: hay que ir a ver TURNER Y LOS MAESTROS
.

sábado, 24 de julio de 2010

EL MEJOR AMIGO DEL OSO, de ARTO PAASILINNA


He leído varias novelas del finlandés ARTO PAASILINNA, y he comentado algunas en selecciónARTE. Me gustó DELICIOSO SUICIDIO EN GRUPO, y me pareció bastante buena EL BOSQUE DE LOS ZORROS. LA DULCE ENVENEDORA y EL MOLINERO AULLADOR me parecieron flojas, mucho más discretas que las anteriores, pero tenían gracia.

En EL MEJOR AMIGO DEL OSO, en cambio, PAASILINNA toca fondo. He de reconocer que ni siquiera la he leído completa. Empecé con pocas expectativas –sabía que no era un novelón- pero a la vez con cierta ilusión por encontrar un libro como los otros de ARTO PAASILINNA: un poco loco, de esos a los que no pides más que amenidad, ironía, humor más o menos inteligente, algo que te despeje la cabeza y afile un poco el colmillo. A medida que avanzaba no me podía creer la memez que estaba leyendo, cada poco me preguntaba ¿qué hago yo leyendo esto? Le di cierto margen, pero al llegar a la página ciento y pico (al final de la primera parte: el libro tiene 313 páginas y la historia se divide en tres partes) me pareció que era suficiente. Paré. He espigado el resto, y tiene la misma pinta que lo ya leído.

EL MEJOR AMIGO DEL OSO (ROVASTI HUUSKOSEN PETOMAINEN MIESPALVELIJA: el finés se las trae) tiene un argumento ridículo y unos personajes forzados. El humor es más simple que un chupete. Las situaciones no son divertidas ni inteligentes, tampoco esperpénticas o surrealistas, ni ácidas o corrosivas: simplemente son bobas. Los diálogos de los personajes son planos, y la forma de escribir de PAASILINNA, graciosilla, que seguramente es lo peor que le puede pasar a un autor que pretende ser divertido. Es verdad que, aunque ANAGRAMA la publique ahora, la novela es de 1995, pero eso no es excusa.

Puede que me haya cogido en mal momento, puede que el calor de este julio madrileño me haya reblandecido el cerebro, puede que no haya sabido descubrir el fondo, el mensaje, aquello que PAASILINNA nos quiere decir ... Puede. O sencillamente puede que EL MEJOR AMIGO DEL OSO sea una pena de novela. No lo sé.

Desde luego, no se la recomiendo a nadie.

martes, 20 de julio de 2010

DESDE LA PLAZA DEL CALLAO HASTA LA PLAZA DE ESPAÑA: EL ÚLTIMO TRAMO de la GRAN VÍA de MADRID


El último tramo de la GRAN VÍA se construyó entre 1925 y 1929, y aunque en el plan original se había previsto que tuviera 25 metros, el mismo ancho que la Avenida B (el tramo que conecta la calle de Alcalá con la Red de San Luis), finalmente se amplió hasta 35 para igualarlo con el Bulevar, el tramo intermedio. La Avenida A –el tramo que ahora mismo nos ocupa- tiene una longitud de 420 metros y fue el más complicado de ejecutar, por dos motivos: por un lado, no existía ninguna calle que sirviera como trazado previo, y por lo tanto era necesario tirar mucho más caserío que en los dos casos anteriores: las demoliciones, vaciados y rellenos fueron mucho más abundantes que en los otros tramos; por otro lado, los Jesuitas habían construido a principios de siglo (en 1901) su Casa Profesa en esa zona, y el trazado exigía demolerla. Lógicamente, los religiosos se negaron, y comenzó un largo proceso legal que acabó por las malas: en 1931 una panda de intransigentes (aunque ellos seguramente actuaban al grito de ¡libertad, libertad!: su libertad, claro, no la de los demás) quemaron el edificio. Esto, y la posterior disolución de la Compañía de Jesús en 1932, dieron carpetazo al asunto, y las obras pudieron seguir avanzando. Esta zona es la que ahora ocupa el conjunto “Los Sótanos”, del que hablaremos otra vez. También hubo que demoler el mercado de los Mostenses, ya llegando a la Plaza de España.

Los inmuebles de este último tramo de la GRAN VÍA se comenzaron a edificar sobre las nuevas manzanas alrededor de 1930; pero, debido a la guerra civil y a sus consecuencias inmediatas, no se completaron hasta los primeros cincuentas. Esta prolongación en el tiempo hace que lo que fuera la Avenida de Eduardo Dato (la Avenida A del proyecto general) resulte un tanto dispar: hay edificios de indudable interés junto con otros –quizá más de los deseables- que apenas lo tienen. Hay también una importante mezcolanza de estilos arquitectónicos, desde alguno que todavía hereda los historicismos de principios de siglo, otros clasicistas y algunos claramente racionalistas ... Un poco de todo.

¿Qué edificios conviene señalar? En mi opinión, los siguientes (como blogger no me permite incluir todas las fotografías que me gustaría para acompañar los comentarios a cada uno de los edificios, aquí dejo algunas para el que esté interesado):

El HOTEL Y CINE REX, de LUIS GUTIÉRREZ SOTO, en el número 43 de la GV. Construido en 1947 su estilo responde a planteamientos clasicistas.

Las VIVIENDAS DE ALQUILER del número 47, realizadas entre 1930 y 1931 por EDUARDO FIGUEROA.




El EDIFICIO DE OFINAS del número 49, de EUGENIO FERNÁNDEZ QUINTANILLA y JOSÉ OSUNA FAJARDO, construido entre 1929 y 1931, de notable aspecto racionalista.

En el número 52 de la GV hay otro EDIFICIO DE OFICINAS interesante (quizá debería decir singular), en este caso por sus reminiscencias decó. Es obra del arquitecto LUIS DÍAZ TOLOSA.

En el 54 de la GV está el CINE RIALTO, construido en 1930 por JOSÉ ARAGÓN y JOSÉ MARÍA MENDOZA y USSIA. Su estilo me recuerda al colonial africano (podría estar, por ejemplo, en Rabat o Casablanca) y llaman la atención sus torreones rematados con dos cúpulas-piña en tonos azules, decorativas.

LOS SÓTANOS, gigantesco conjunto en los números 53, 55, 57 y 59 de la GRAN VÍA, ocupa una manzana completa: es el solar donde estuvo hasta 1931 la Casa Profesa de los Jesuitas y la Iglesia de San Francisco de Borja. También conocido como Edificio Lope de Vega, se trata de un complejo donde hay de todo (cine, hoteles, viviendas, galerías comerciales). Fue construido por los hermanos OTAMENDI MACHIMBARRENA (JOAQUÍN y JULIÁN) entre 1944 y 1949.

En GV número 58 otro edificio con anuncio de Schweppes. Construido entre 1927 y 1928 por LUIS LÓPEZ LÓPEZ, no tiene especial qué pero resulta interesante la solución en curva de la esquina.


En el número 60 está el EDIFICIO DE VIVIENDAS promovido por el Banco Hispano de la Edificación. Construido en 1930 por EMILIO ORTIZ DE VILLAJOS, su imagen actual se la debemos a CASTO FERNÁNDEZ SHAW, que reformó el edificio en 1943, después de la guerra civil. Se resuelve con un gran arco en fachada (algo nos recuerda al PALACIO DE LA PRENSA de MUGURUZA) y está rematado por una alegoría de la edificación: una escultura que representa a un griego con los brazos levantados que soporta un templete, obra del escultor VÍCTOR MACHO.

En el número 70 de la GV un edificio clasicista construido entre 1945 y 1946 por PAN DA TORRE. En el número 72 encontramos el último edificio construido en la GRAN VÍA, en 1952; es obra de ENRIQUE COLÁS FONTÁN y, aunque inicialmente iba a ser un hotel, sus promotores (Construcciones Aurora) prefirieron finalmente destinarlo a oficinas. El HOTEL MENFIS ocupa el número 74 y es de los arquitectos MANUEL y CAYETANO CABANYES Y MATA, de lo más americano.


El EDIFICIO COLISEUM ocupa el número 78 de la avenida. Construido entre 1931y 1933 por PEDRO MUGURUZA y CASTO FERNÁNDEZ SHAW, fue promovido por el MAESTRO GUERRERO (sí, el de La Rosa del Azafrán), se concibió como una sala donde representar zarzuelas y después de haber sido cine hoy vuelve a acoger espectáculos musicales. La imagen del edificio es la de un pequeño rascacielos: busca marcadamente la verticalidad y, dejando a un lado la decoración superpuesta, muestra sin tapujos su esquema estructural.


Y por fin el EDIFICIO ESPAÑA, una mole de ladrillo y piedra caliza construida por JOAQUÍN y JULIÁN OTAMENDI entre 1947 y 1953, que con sus 25 plantas y 115 metros de altura sirve de telón de fondo a la PLAZA DE ESPAÑA y es el remate final de la GRAN VÍA, aunque la perspectiva de la avenida se cierra realmente con la TORRE DE MADRID, construida inmediatamente después -entre 1954 y 1957, también por los OTAMENDI- obra de más interés que el EDIFICIO ESPAÑA.

Seguramente en otoño cerraré la serie de la GRAN VÍA con un par de entradas dedicadas a dos iglesias situadas en su entorno, pero con la de hoy acaba nuestro recorrido por la avenida: un proyecto urbanístico y arquitectónico interesante, que cumple cien años muy bien llevados.

jueves, 15 de julio de 2010

CIUDADES DE LA LLANURA, de CORMAC McCARTHY


He terminado el tercer volumen de la TRILOGÍA DE LA FRONTERA. Me ha gustado mucho, tanto como los otros dos.

Como dice la contraportada, “En este último volumen de la Trilogía de la frontera, Cormac McCarthy reúne a los protagonistas de las dos novelas anteriores, John Grady y Billy Parham. Para estos cowboys de la vieja escuela, los días pasan tranquilos en las amplias llanuras de Nuevo México domando caballos, jugando al ajedrez y visitando ocasionalmente los prostíbulos de la zona. En una de sus visitas, John Grady se enamora fatalmente de Magdalena, una frágil prostituta codiciada también por Eduardo, el dueño del local, y se embarca en una feroz lucha para salvarla. Con el escenario de fondo de las tierras fronterizas entre Estados Unidos y México, en medio de una naturaleza espléndida y despiadada, Cormac McCarthy construye una épica historia de amor en un mundo a punto de extinguirse y culmina así un «hito en la literatura americana»”

Ya he hablado mucho en selecciónARTE sobre McCARTHY, sus temas y su estilo, al comentar TODOS LOS HEMOSOS CABALLOS y EN LA FRONTERA, así que no me alargo (alguno quizá esté sonriendo ante este comentario; yo, desde luego): me limito a decir que me ha parecido que en CIUDADES DE LA LLANURA el autor enfatiza todavía más su forma de escribir, la hace más lacónica y más sobria, y por lo tanto en ocasiones el texto es aún más difícil de seguir que en los libros anteriores; y que no he entendido qué pretende decirnos McCARTHY con el epílogo.

lunes, 12 de julio de 2010

NUEVOS REALISMOS: 1957-1962, en el MUSEO NACIONAL CENTRO DE ARTE REINA SOFIA

Estuve hace unos días en el MNCARS viendo NUEVOS REALISMOS: 1957-1962. Me pareció una exposición interesante, pero difícil. Presenta un momento en el que el arte contemporáneo parece que pierde el norte, al menos para el no iniciado. Es otra de esas exposiciones que para entender hay que saber bien qué quiere contar, qué está pasando en esa época, cómo se ha llegado hasta ese punto ... Quizá me pase de listo, pero diría que es una exposición para especialistas o público interesado. No para público en general: mientras la recorría iba viendo un montón de turistas que –supongo- habían entrado en el Museo sin más intención que ver el Reina Sofía, el Gernica y se habían encontrado con esto. La pregunta se hacía sola: ¿qué estarán entendiendo? Un buen puñado seguramente mucho más que yo; muchos, mucho más de lo que me imagino; pero otros sospecho que se estaban llevando una mala imagen del arte contemporáneo, de nuevo la imagen del engaño, esa que hemos oído tantas veces de que esto del arte moderno es una tomadura de pelo. Les comprendo: no están –estamos- ante obras de fácil interpretación.

El programa que ha preparado en MNCARS para explicar la exposición y que firma su comisaria, JULIA ROBINSON, es muy buena ayuda para aprovechar la visita: resulta completo, lleno de datos y nombres. No me suenan más que algunos de esos nombres, pero da una idea clara de la complejidad de lo que está pasando en el mundo del arte en esos años, y de la validez de la propia exposición. Yo lo primero que hice fue salir al patio, buscar un banco con buena sombra, y leérmelo de pe-a-pa.

Una cuestión menor que no puedo alabar es la rotulación de las obras, los carteles que identifican cada pieza: puede que haya algún motivo que se me escapa, pero parecen puestos con mala baba, sin orden y siempre más allá de la pieza en cuestión. Es verdad que no es imprescindible saber autor y título y fecha y procedencia de una pieza para valorarla; es verdad que primero hay que ver la obra y luego ver los datos; es verdad que a veces saber qué o de quién es una pieza condiciona nuestra forma de verla ... Vale. Pero de ahí a lo de esta exposición me parece que hay un trecho.

Tenía previsto colgar esta entrada el viernes pasado, pero no me dio la vida. "Ya el lunes", me dije. El texto anterior es el que ya tenía escrito, pero hoy me parece un poco fuera de sitio estar hablando de arte contemporáneo cuando el tema es obligatoria y felizmente otro ... ¡CAMPEONES, CAMPEONES!

lunes, 5 de julio de 2010

LA ARQUITECTURA DE LA FELICIDAD, de ALAIN DE BOTTON


Hace ya tres meses me recomendaron LA ARQUITECTURA DE LA FELICIDAD: hablaba con un colega –en el sentido más técnico- sobre libros de teoría de la arquitectura, y me dijo que acababa de leer éste y que le había parecido interesante. Tomé nota mental del título, investigué quién era el autor, y lo compré en la Feria del Libro.

Enorme decepción.

ALAIN DE BOTTON es un suizo de poco más de 40 años que pretende ser algo así como un intelectual para las masas: ha escrito algunos libros, y según dice la solapa de LA ARQUITECTURA DE LA FELICIDAD (sé que una solapa no es argumento de autoridad, pero se supone, por la cuenta que le trae, que señala lo más notable del personaje) “colabora con un canal de televisión inglés en programas de divulgación que llevan su «firma de autor»: inteligencia, ironía y complicidad con quien lee, mira y escucha”. Ahí es nada!

LA ARQUITECTURA DE LA FELICIDAD es un libro que no sé exactamente que pretende; ni siquiera sabría definir cual es su tesis. Evidentemente dice que la arquitectura influye en la vida de las personas, y que la vida de las personas definen la arquitectura que hacen o que les gusta. Insiste en que la arquitectura configura nuestros estados de ánimo, y que hacemos arquitectura y objetos bellos porque necesitamos reflejar en ellos nuestro mejor yo, nuestro yo genuino.

Bien. Conforme.

Pero esto es muy poco. Es una obviedad; o mejor, una simpleza. Y creo que éste es el gran problema del texto: es enormemente simplón. Mi impresión ha sido que ALAIN DE BOTTON, con un conocimiento superficial de la arquitectura, muy anecdótico (los comentarios sobre Le Corbusier son paradigmáticos en esto de la anécdota), empieza a pensar temas que otros han desarrollado y resuelto hace años, o mejor, siglos; intuye ideas que explora a medias, recorriendo caminos más que trillados. Como se suele decir cuando uno concluye una obviedad, descubre la pólvora. Es llamativo, por ejemplo, lo que le cuesta relacionar bondad y belleza, asunto en el que ya profundizaron maravillosamente los filósofos y teólogos medievales. Razona muchas veces desde lo bonito (que no lo bello), y eso es un criterio muy parcial –y por eso poco válido- para analizar las cosas y concluir con seriedad. En multitud de ocasiones está a punto de, pero sus pensamientos no cuajan en algo de interés: dan ganas de ayudarle, de darle un empujón, de soplarle una pista. Además, los razonamientos son muchas veces ambiguos: empieza criticando algo que después matiza y modera hasta que el lector ya no sabe lo que quiere decir, si defiende o ataca aquello de lo que habla; mi impresión es que como no sabe demasiado de arquitectura, a veces no se quiere definir con claridad.

En fin, que no me ha gustado casi nada LA ARQUITECTURA DE LA FELICIDAD: un texto que se lee con facilidad, eso sí es verdad, lleno de anécdotas y de fotografías (en B/N), pero que dice muy poco y muchas veces lo poco que dice es confuso o incluso está equivocado. Lógicamente esto es una opinión que no todo el mundo compartirá, pero ... LA ARQUITECTURA DE LA FELICIDAD es un libro que no recomiendo: para el que sabe es una tontada, y para el que no sabe no hace más que confundir. Por acabar con algo positivo (todo tiene siempre al menos un punto positivo), ALAIN DE BOTTON valora acertadamente la interpretación japonesa de la belleza y cita a varios autores, obras y artistas japoneses: EL ELOGIO DE LA SOMBRA, de TANIZAKI, sin ir más lejos; un autor que le da mil vueltas en esto de entender el arte.