miércoles, 5 de septiembre de 2012

VIENA, CIUDAD IMPERIAL

VIENA es una ciudad que para un arquitecto tiene gran interés: edificios barrocos notables, notables aportaciones durante el siglo XIX y hasta la década de 1930, y obras mucho más que notables en el entorno de 1900. Yo ya conocía la ciudad, y no era mi destino previsto para este verano: estaba pensando en otro más lejano, pero no ha sido posible. Es más, la situación económica a punto estuvo de dejarme sin esa salida –siempre más breve de lo que uno desearía- que procuro hacer cada verano. Gracias a Dios, acabó surgiendo un plan asequible en VIENA, y no me arrepiento de haber vuelto: esta segunda visita me ha dado ocasión de ver –visitar es imposible en muchos casos- edificios, museos y monumentos que en su día no tuve oportunidad de conocer.
Como tantos viajeros (seguramente varios/muchos de los que estáis leyendo), tengo un cuaderno que procuro llevar encima cuando salgo de viaje, en el que tomo notas a las que dar vueltas después: desde el comentario de un local hasta el ambiente de un café pasando por una sugerencia de algún acompañante, la explicación de un guía que conviene contrastar, una idea que surge al ver una plaza o el remate de un edificio, el redescubrimiento de un pintor, el nombre de una calle, el encuentro con un arquitecto hasta entonces desconocido, una imagen pintoresca. En esta ocasión he anotado pocas cosas, y repasándolas veo que no reflejan ni de lejos lo que vivido en estos días de agosto, pero espero que me sirvan para publicar algunas entradas: escribir me ayuda a re-vivirlos, y evita el olvido. Así que aquí me tenéis, preguntándome qué es VIENA, cómo es y qué me ha dejado.

La respuesta más adecuada que encuentro es que VIENA es una ciudad imperial. Ha sido capital de un imperio durante siglos, y se nota: me ha parecido una ciudad de verdad, una ciudad auténtica, una ciudad con historia. Eso sí, también se nota que dejó de serlo: la historia pasó por VIENA y ahora le queda el recuerdo de lo que fue. Hoy VIENA –al menos entre el 16 y el 25 de agosto- es una ciudad para el turismo, que vive de su historia pero no es protagonista de la Historia. Digo todo esto porque he encontrado una ciudad en manos de los de fuera, en la que apenas había vieneses: el distrito 1 (limitado por el RING y el CANAL del DANUBIO) y sus alrededores más inmediatos estaban llenos de gente (mucho italiano, mucho asiático, mucha gente del este de Europa, poco español), y en cuanto salías de esa zona, VIENA estaba vacía. Comodísima para funcionar y desplazarse (magnífico el transporte público urbano, con sus tranvías y autobuses que te llevan rápido y puntualmente a cualquier parte de la ciudad), silenciosa, grata … incluso a pesar de las obras, omnipresentes: calles levantadas, monumentos y edificios tapados con lonas, hasta una línea de metro –la U1- cerrada.
Aún a riesgo de caer en lugares comunes (al hablar de VIENA resulta difícil no repetir lo que ya han dicho otros, tan conocida como es), lo primero que salta a la vista es que VIENA es una ciudad de grandes edificios (yo situaría la POSTPARKASSE de OTTO WAGNER muy muy arriba en la lista de lo mejor de la Arquitectura) y sobre todo de notables escenarios urbanos: cualquiera que haya caminado desde STEPHANSPLATZ hasta MICHAELERPLATZ por el GRABEN y KHOLMARKT reconocerá que hay pocos entornos como ese; o quien haya callejeado por el conjunto de plazas que conforma el HOFBURG tendrá que admitir que es estupendo; incluso el RING: todo el que lo haya pateado de una punta a otra podrá asegurar que es un conjunto logrado, a pesar de los edificios, que considerados en singular tienen poca justificación (fotografiados son resultones, pero in situ resultan demasiado historicistas: VOTIVKIRCHE, la Universidad, el Ayuntamiento, BURGTHEATER, ¡el Parlamento!, los dos grandes museos, la ópera ... viendo todo aquello  es muy fácil entender a LOOS). Otras partes de la ciudad no resultan tan redondas. Pienso, por ejemplo, en KARLSPLATZ, en SCHWARZENBERGPLATZ o en NASCHMARKT: edificios de primera en un entorno extraño, poco coherente, con exceso de vacío y falto de configuración urbana.
Hablar de VIENA supone para mi hablar de iglesias barrocas; de callejuelas llenas de encanto; de la SECESSION; de GUSTAV KLIMT, que este año está de aniversario (excelentes exposiciones en el BELVEDERE, el LEOPOLD y el Museo de la Ciudad con motivo de los 150 años de su nacimiento); de EGON SCHIELE, que me parece un genio a pesar de todos sus pesares; de los espléndidos tesoros que se pueden ver en la SCHATZKAMMER; de la impactante PRUNKSAAL, la biblioteca imperial; de ADOLF LOOS y de JOSEF HOFFMANN; de JOSEF PLEČNIK, mi descubrimiento de este año; de vivienda social (la Viena Roja y los HOF, un tema apasionante); de áticos (sorprende ver cómo la ciudad ha ganado dos plantas: supongo que un cambio de normativa posibilitó el aumento de altura de los edificios, y ha dado lugar a unos sitios que deben ser espectaculares).

Hablar de VIENA también me trae a la cabeza los cafés y de vino blanco de KREMS; la música (asistí a dos conciertos: uno me gustó, y el otro me aburrió soberanamente); el merchandising que han hecho con el bueno de MOZART (su imagen aparece en mil sitios, lógicos unos –los más musicales- e impensables otros: el licor de MOZART o las famosas MOZARTKUGELN de chocolate –bolas de MOZART- que todos traemos al regresar); incluso la muerte (hice la obligada visita al ZENTRALFRIEDHOF, el Cementerio Central, para ver la capilla y también por rendir homenaje todos los genios que andan por allí).

Hablar de VIENA supone hacer referencia al DANUBIO: BUDAPEST, BRATISLAVA, MELK.
En fin, tiempo tenemos por delante para seguir hablando de VIENA en selecciónARTE.

8 comentarios:

Carol dijo...

Me ha gustado mucho este repaso a Viena, estuve hace unos años y me gustó muchísimo la ciudad, a algunos les parece fría, demasiado monumental, pero a mí ese carácter imperial e imponente es justo lo que más me gustó. En mi caso fui en Semana Santa y no había esa saturación de turistas que veo que hay en verano, con el plus de la Pascua, los mercadillos y la decoración en las calles, es un viaje y una ciudad que no olvidaré jamás. Un abrazo

Elena Rius dijo...

¡Ah, qué recuerdos vieneses! Espero tus próximas entradas, en especial intrigada por el descubrimiento de Plecnik, un autor que desconozco y que sin duda será de gran interés.

loquemeahorro dijo...

¡Ah, Viena, qué recuerdos!

... más borrosos, porque prácticamente no me acuerdo de nada, porque era una inocente muchachuela.

Solo que era todo muy monumental, y un poco (perdón) mazacote. Hoy supongo que me encantaría, o por lo menos, me enteraría de bastante más (fácil).

Lo que sí recuerdo es lo que dices de Mozart, que (en todo Austria) está hasta en la sopa, y sobre todo en los bombones.

Oye, los áticos, es una de las cosas que más me llaman la atención, en París me tenían hipnotizada.

xGaztelu dijo...

CAROL, repasar lugares interesantes siempre es una maravilla: recordar sitios conocidos, revivir unas vacaciones, e incluso pensar si vale la pena volver … Ahora había mucho ambiente en el parque que está delante del ayuntamiento –lo recordarás- con una gigantesca pantalla de cine donde por las noches proyectaban música (desde ballet clásico a un concierto de ADELE pasando por una magnífica representación de LA FLAUTA MÁGICA, a la que asistí) y un montón de chinguitos. Pero decoración callejera, nada de nada.

ELENA, ya iré contando. Y lo de PLEČNIK, todo un acontecimiento: no tiene –o no vi- mucha obra suya, pero los tres o cuatro edificios que descubrí resultaron de lo más interesantes (no sé, de todas maneras, si me dará para una entrada … Ya veremos).

LOQUE, lo de los áticos es muy de ver, porque están por todos los sitios y parecen de lujo-lujo: supongo que no todos serán el no va más, pero muchos desde luego que sí. Y no son tipo París, mansardas perfectamente entonadas con el conjunto de la fachada: en VIENA son añadidos modernísimos a edificios clásicos. Me dieron alguna explicación que no era precisamente urbanístico-arquitectónica, sino más bien económico-mafiosa (un poco "guatecosa", diríamos en Madrid), pero prefiero no dejarla por escrito …

xG

Varenka dijo...

Welcome back!

Si que dio de si este viaje. Cuenta, cuenta...

xGaztelu dijo...

Gracias VARENKA. La verdad es que cuando te pones a recorrer una ciudad mañana y tarde durante varios días, acabas viendo muchas cosas: ya veremos cuantas acaban saliendo en selecciónARTE ...

xG

Maribel dijo...

XGaztelu preciosa, preciosa, preciosa.. el repaso que haces de la ciudad muy bien definida, lo es, es Imperial, las fotos tan luminosas; Las vistas del Hofburg y el Belvedere que me recuerdan las de Bellotto, y ese cuaderno de viaje...quién pudiera verlo.
Una fachada, la de San Carlos Borromeo; Historicismo, edificios desmedidos que pugnan por destacar, esa "redondez". Esta frase tuya me la llevo: "todo el que lo haya pateado de una punta a otra podrá asegurar que es un conjunto logrado, a pesar de los edificios"
Espero, supongo que esto es sólo para abrir boca, ¿verdad?
Gracias por este regalo ;-)

xGaztelu dijo...

MARIBEL, tiene toda la pinta de ser la primera de una serie. Al releer mis notas pensé que no darían de sí, pero una idea lleva a otra, y al final salen un montón de posibilidades. Para serte sincero, ya tengo el esqueleto de unas cuantas: poco después de llegar empecé a leer sobre HOFFMANN, y a tomar algunas notas; me di cuenta de que antes debía leer algo más sobre la SECESSION, y tome más notas; y al trabajar la SECESSION salieron un montón de ideas sobre OTTO WAGNER: más notas todavía. A lo tonto, a lo tonto, ya hay tres entradas más en pista! También las fotos dan muchas ideas: cuando las repaso se me ocurren cosas: ¿cómo no "volver" sobre LOOS? ¿Cómo no investigar un poco la casa de WITTGENSTEIN? ¿Cómo no decir alguna cosa de los museos vieneses? … y así, mil preguntas. Ya veremos en qué acaba todo.

Aunque lo dejo para el final, no es lo menos importante: gracias por el comentario!

xG