miércoles, 28 de octubre de 2015

BONNARD en la FUNDACIÓN MAPFRE / RECOLETOS


Estuve viendo la exposición de PIERRE BONNARD en MAPFRE: ¡interesantísima!





Está comentada en muchos sitios,  así que, como en alguna otra ocasión, me limito a copiar las ideas que fui anotando a medida que la recorría:

Planeidad. 
Espacio sin fondo.
Superposición de planos que dan profundidad. 
Esquematismo. 
La no-sombra, o la sombra selectiva. 
Japonés.
El aire que no está pero se ve.
Color potente.
Geometría (las telas).
Fotografía, los encuadres.
Lo doméstico, lo cotidiano, la intimidad, la falta de pretensión o el deseo de no ser  ampuloso.
Las bañeras. El agua. 
MATISSE alrededor. 
La falta de emoción: incomunicación, ausencia... Viene HOPPER a la cabeza.


 Como he leído ya varias veces, he encontrado un pintor poco clasificable pero genial, del que había visto poca obra y que me ha ganado. Sin duda el trabajo de los comisarios (¿o debería decir curadores?) ayuda mucho: en MAPFRE encontramos una expo completa y bien organiza, con secciones interesantes y pensadas (por cierto, también encontramos algunos techos a la vista -moldurones y decoración pintada- que no recuerdo haber visto antes). Y encima me encuentro en la taquilla con un viejo amigo al que hacía años que tenía perdida la pista, que iba de repaso: ya había visto a BONNARD por su cuenta, y ahora lo hacía en visita guiada: ¡una idea que me tienta enormemente! 



martes, 22 de septiembre de 2015

LA REMODELACIÓN del RIJKSMUSEUM de AMSTERDAM, de ANTONIO CRUZ y ANTONIO ORTIZ, ARQUITECTOS


Cuando en 2013 se inauguró la remodelación del RIJKSMUSEUM ya lo conté enselecciónARTE: un museazo de esa categoría y unos arquitectos interesantes hacían suponer que aquello valdría la pena.

Después de visitarlo hace unas semanas sigo manteniendo que la colección es de primera (digo esto, bastante evidente, porque escuché a algún belga quitarle importancia: un “no es para tanto” con un deje que no sé si era de desprecio o –seguramente- de envidia). Recorrer de nuevo la Galería de Honor viendo a VERMEER, REMBRANDT o FRANS HALS fue impresionante. Pero no sólo los grandes cuadros son maravillosos: también hay muchas maravillas de firmas menos conocidas que hacen del conjunto una auténtica joya. La colección medieval y renacentista de planta baja es sensacional, y casi todo lo expuesto de los siglos XVIII y XIX tiene interés. Únicamente me pareció pobre el espacio dedicado al siglo XX en la planta más alta: no es necesario abarcarlo todo, y para hacer una cosa tan discreta quizá sea mejor no hacer nada…


En cambio el edificio me desilusionó, y la remodelación, siendo correcta, me dejó bastante frío: supongo que una cosa llevó a la otra.

Ya conocía, al menos en parte, el edificio original de CUYPERS (en alguna visita anterior estaba parcialmente cerrado). Ahora, al verlo y vivirlo completo, me resultó torpe, con unas proporciones poco logradas tanto en los volúmenes generales como en las salas, unas circulaciones desafortunadas (largas, a veces cortadas de manera poco sensata), unos accesos raros y poco representativos (estoy pensando en esas escaleras que suben al gran vestíbulo de planta primera)… Me contaron que en su momento (1885) unos vieron el edificio muy católico, y otros muy rancio: entiendo bien las dos posturas.

Sospecho que, a la hora de remodelar el conjunto, trabajar sobre esa base -por muy capaz que uno sea- resulta difícil. Si además se añade el pie forzado de dejar circular bicicletas por el mismísimo eje de la planta baja, la cosa se debe complicar aún más.




En mi opinión la intervención de CRUZ y ORTIZ es muy correcta, pero el resultado desilusiona un poco porque parece que podía haber dado mucho más de sí. La entrada al edificio desde el paso de bicicletas se queda muy escasa. El nuevo gran vestíbulo de ingreso, realizado a partir de dos grandes patios que se han cubierto, es adecuado y luminoso, pero sin mucho más, con esas gigantescas estructuras colgadas que no dicen mucho (aunque meten en escala el espacio y modulan la luz), y –sobre todo- ese paso de un lado al otro por debajo de las bicis demasiado angosto, casi residual: en la sección se ve muy bien este asunto.



En el resto del edificio, la intervención parece muy respetuosa con el original, hasta el punto de que uno apenas percibe lo que se ha hecho: me señalaron la restauración minuciosa del GRAN HALL, la recuperación de colores y decoración de paños y techos, las mejoras en la iluminación y las transiciones entre salas. Además, CRUZ y ORTIZ han recuperado una zona que ahora se destina a exposiciones temporales (el ALA PHILIPS, se llama), y al exterior han añadido dos pequeñas piezas, el PABELLÓN DE ASIA y algunas oficinas: las tres intervenciones son afortunadas.

En cualquier caso, la valoración final del conjunto es muy muy muy positiva: una operación interesantísima para recuperar un edificio singular que alberga una colección estupenda. Yo estoy encantado de haber vuelto al RIJKSMUSEUM, y pienso que es una visita obligada.


Y hablando de visitas, en los días que pasé por allí estaban acabando el nuevo acceso al MUSEO VAN GOGH: AMSTERDAM es una ciudad tan interesante que no se necesitan motivos especiales para volver, pero éste- desde luego- es otro a tener en cuenta para no retrasar el próximo viaje.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

EL MUSÉE HERGÉ en LOVAINA LA NUEVA, y el MUSÉE DE LA BANDE DESSINÉE en BRUSELAS


Si una de las cosas más impactantes que vi en Bélgica fue LA ADORACIÓN DEL CORDERO MÍSTICO, una de las más divertidas han sido dos museos dedicados al cómic, el MUSÉE HERGÉ y el MUSÉE DE LA BANDE DESSINÉE. Dos visitas que valen la pena, claramente recomendables.

Es mundialmente conocida la afición de los belgas al cómic, y ya he comentado en selecciónARTEmi interés por el mundo de TINTÍN, así que tenía muchas ganas de conocer el museo que la fundación MOULINSARD ha levantado en LOVAINA LA NUEVA para albergar el legado de GEORGES REMI, y el CENTRO BELGA DEL CÓMIC, en BRUSELAS, un museo dedicado a la tira animada.




En el MUSÉE HERGÉ se pueden ver muchos dibujos originales, tanto de TINTÍN como de los otros personajes creados por GEORGES REMI. Conviene decir, por cierto, que aunque hay un aclara pretensión -razonablemente lograda- de no centrar el museo en TINTÍN, al final el joven reportero belga acaba siendo bastante protagonista del conjunto. El museo también presenta un buen repaso a la historia y evolución de cada uno de esos personajes, una buena contextualización del trabajo y la vida de HERGÉ, un estudio de las influencias en TINTÍN y de TINTÍN, muestras del trabajo preparatorio y de documentación para cada una de las aventuras, incluso un análisis de su aproximación a lo científico y a la ciencia. También hay alguna instalación dedicada a la extensión mundial de TINTÍN (ejemplares de sus libros en gran variedad de idiomas repetidos hasta el infinito por un sencillo juego de espejos), una zona destinada a exposiciones temporales, una buena tienda (no barata, ciertamente), la cafetería LE PETIT VINGTIÈME… El edificio del MUSÉE HERGÉ fue proyectado y construido por el arquitecto CHRISTIAN DE PORTZAMPARC. Se inauguró en 2009. Sin ser el no va más, está logrado: mucha luz, espacio interesante, circulaciones razonables. Y, sobre todo, un edificio divertido para albergar un contenido divetido.




El MUSÉE DE LA BANDEDESSINÉE tiene otro carácter. Expone el trabajo de varios dibujantes belgas -también HERGÉ tiene su zona, muy buena por cierto- pero lo que me pareció sensacional es la parte en la que se explica el proceso creativo de un cómic, desde los primeros bocetos hasta el resultado final en tienda, pasando por el proceso de aviñetado (este palabro me lo acabo de inventar), tintado, coloreado, la elaboración del guion, la elección de la portada… ¡MUY MUY interesante! Un edificio construido en 1906 por el gran VICTOR HORTA para alojar los almacenes WAUCQUEZ, debidamente rehabilitado -y presidido por un enorme gorro de SPIROU- alberga ahora el museo: otro motivo para visitarlo.

sábado, 22 de agosto de 2015

LA ADORACIÓN DEL CORDERO MÍSTICO, DE JAN y HUBERT VAN EYCK


He pasado varios días entre Bélgica y Holanda, aprovechando para conocer algunos de mis eternos pendientes o repasar otros ya conocidos y casi olvidados. Y aunque selecciónARTE está muy parado, me ha venido de nuevo a la cabeza aquello de que lo-que-no-se-escribe-se-pierde, así que voy a intentar subir algunas entradas que completen lo que he ido anotando en mi cuaderno de viaje.


Quizá lo más singular de estas dos semanas ha sido ver –¡por fin!- el políptico de Gante: LA ADORACIÓN DEL CORDERO MÍSTICO (1426/1432), de los hermanos VAN EYCK, es una obra de primerísima categoría. No me detengo a describirla, porque está analizada en ciento cincuenta mil sitios, pero sí dejo constancia de la impresión que causa: sobrecoge. Verlo con toda su fuerza y todo su detalle, con ese tamaño que tiene, con toda su maestría y sabia composición, su perspectiva y su profundidad, su luz y su colorido, con toda su complejidad, con esa enorme carga teológica… Verlo así, en directo, es toda una experiencia. Uno puede pasar mucho rato –mucho, lo digo por experiencia- disfrutando de esta maravilla.

Es verdad que también se pueden poner peros a la fórmula expositiva: la obra fuera de su sitio está completamente descontextualizada, colocada en un local sin interés, con poco fondo para verla completa y con un vidrio -lleno de reflejos y de manchas- que tampoco deja que te acerques. Y es verdad que parte del conjunto está en restauración: ahora faltan todas las tablas traseras, y las laterales superiores con Adán y Eva, sustituidas por copias en b/n. Pero aún así, la visita vale sobradamente el viaje a Gante (que, además, es una ciudad interesante y animadísima: me encantó).



jueves, 9 de abril de 2015

MI NOMBRE ES ASHER LEV, de CHAIM POTOK


Hace ya varios años leí en uno de los blogs que solía seguir (¡qué tiempos! Ahora, por desgracia, sólo de vez en cuando me asomo a visitar a los viejos amigos) un comentario a MI NOMBRE ES ASHER LEV. Me llamó mucho la atención y busqué el libro. Entonces no lo encontré, pero me quedé con el título, y hace muy poco cayó en mis manos.

Ediciones Encuentro resume así MI NOMBRE ES ASHER LEV: Asher Lev es un niño judío observante que pertenece a una familia profundamente religiosa. Asher Lev también tiene un don: es un genio que no puede dejar de pintar el mundo que ve y siente. Pero en este don está la semilla del conflicto con lo que más quiere: su familia y su comunidad. En esta novela conmovedora y visionaria, Chaim Potok realiza un agudo retrato del artista y de su mundo. Todo un clásico moderno. Y del autor, señala: Rabino y escritor, Chaim Potok (nacido con el nombre de Herman Harold), nació el 17 de febrero de 1929, en el Bronx. Sus padres eran judíos inmigrantes de Polonia, y le facilitaron una educación ortodoxa que le llevó a aprender el Talmud tan bien como las materias seculares. En 1950 acabó sus estudios de Literatura Inglesa en la Universidad Yeshiva, se ordenó como rabino y se doctoró en Filosofía por la Universidad de Pennsylvania. Se unió a las fuerzas armadas estadounidenses y sirvió en Corea del Sur de 1955 a 1957. Este tiempo en Corea le transformó, haciéndole cuestionarse algunas de las cosas en las que creía. De 1964 a 1975, editó la publicación Conservative Judaism, y también fue editor, desde 1965 hasta 1974, de la Jewish Publication Society (Sociedad de Publicaciones Judías). Algunas de sus obras más conocidas han sido publicadas en castellano por Encuentro, tales como Los Elegidos, que recibió varios premios y fue llevada al cine, La promesa, y Mi nombre es Asher Lev. Además de su trabajo en los campos de la teología, la historia y la literatura, también fue pintor. Chaim Potok falleció en Pensilvania, el 23 de julio de 2002.

MI NOMBRE ES ASHER LEV me ha parecido una novela notable por las cuestiones que platea, interesantísimas y universales: nos afectan a todos, a cada uno según sus circunstancias (no todos somos pintores judíos ortodoxos), pero en mayor o menor medida ninguno nos escapamos de esas disyuntivas. ASHER ha recibido de Dios un don, el don de la habilidad para el dibujo y la pintura. Un don que resulta incompatible con sus creencias (los judíos ortodoxos no pintan) y su entorno (su familia, la comunidad en la que se desarrolla su vida). La necesidad de desarrollar ese don le pone al borde del precipicio, le obliga a elegir entre lo que lleva dentro y lo que todos los demás –y especialmente los que más le quieren- esperan de él. Una situación en la que tiene que optar entre hacer lo que cree correcto (lo que necesita hacer) y lo que los demás esperan que haga. Y esa disyuntiva le hace sufrir, y hace sufrir a los demás. Todo un dilema, que termina estallando.

MI NOMBRE ES ASHER LEV propone un montón de asuntos vitales: la sensibilidad incomprendida; el don para uno o el don para los demás; cumplir la propia obligación a costa del dolor ajeno; la tolerancia y la intolerancia; los propios ideales y la propia identidad y la propia tradición frente a lo ajeno: la contaminación de ideales; la dificultad de traspasar las propias fronteras mentales y culturales; la experiencia de que la razón (su padre) no puede entender lo que el corazón (su madre) parece que sí…; la fuerza de la comunidad (el rabino) en la vida del individuo; la importancia de lo que culturalmente y vitalmente han recorrido otros.

Y desde el punto de vista artístico CHAIM POTOK sabe de qué habla, así que la pelea vital de ASHER y su desarrollo como pintor están perfectamente retratados. También aquí los temas que se plantean son tremendamente sugerentes: la fuerza imparable de la creatividad; qué es un auténtico artista; la potencia de la iconografía cristiana; y mil asuntos más. La cabeza se va automáticamente a MARC CHAGALL, y también he recordado EL JILGUERO, la novela de DONNA TARTT.


MI NOMBRE ES ASHER LEV está estupendamente escrito, pero no me ha parecido una novela redonda: toda la primera parte, y gran parte de la segunda, son tremendamente repetitivas (buscadamente repetitivas, sin duda, pero eso no le quita pesadez) y hay un uso excesivo de términos judíos que no me atrevo a llamarlos técnicos, pero casi, que lastran la lectura. Pienso, en cualquier caso, que es una novela muy interesante que vale la pena leer. 

domingo, 29 de marzo de 2015

ROGIER VAN DER WEYDEN en el MUSEO DEL PRADO de MADRID


El miércoles fui al Museo del Prado para ver la expo GOYA EN MADRID, CARTONES Y TAPICES, 1775-1794. Me pareció interesante, aunque no novedosa (casi todo lo hemos visto en el propio museo muchas veces), y con un montaje un poco/demasiado apretado. El contraste con otros artistas presentes en la muestra pone de manifiesto, eso sí, por qué un genio es un genio y está por encima del resto de los mortales. No la considero sobresaliente, pero en cualquier caso sí resulta más que recomendable.


Y aunque no lo tenía previsto, ya que había pagado mis 14 euros (¡catorce!), subí a ver a VAN DER WEIDEN. Me impactó.



Estupendísima exposición. No hay muchísima obra, pero la que hay es de primera.  LA VIRGEN DURÁN es un tipo imprescindible. EL DESCENDIMIENTO, visto mil veces pero que impresiona siempre como si fuera la primera vez (y eso que ahora la iluminación no me pareció la mejor). Al llegar al TRÍPTICO DE MIRAFLORES uno se queda sin respiración: ¡qué genialidad!, maravilloso. Después el TRÍPTICO DE LOS SIETE SACRAMENTOS, con ese juego de escalas dentro de un espacio tan flamenco. Por fin, EL CALVARIO recién restaurado, verdaderamente magistral. Y todo acompañado por otras piezas que contextualizan la obra de ROGIER VAN DER WEYDEN. Esta expo sí que es, en mi opinión, imprescindible.






De salida me asomé a la galería central para ver los PICASSOs de Basilea: me pareció un montaje fascinante, al que tengo que volver. Y no he hablado de LA LECHUGA, otra obra de primera. Casi parece obligatorio acercarse al PRADO antes del 3 de mayo para poder verlo todo…

lunes, 16 de marzo de 2015

LA QUINTA DE LOS MOLINOS, en MADRID


Tenía ganas de visitar LA QUINTA DE LOS MOLINOS: un parque urbano en la zona este de Madrid, calle de Alcalá arriba, muy arriba. Me habían hablado de él, insistiéndome en que los campos de cerezos eran magníficos, y que justo ahora estaban impresionantemente bonitos; pero lo que más me llamó la atención fue un breve comentario sobre el palacio que está dentro de la finca. Tal y como me lo describieron pensé que podía tener interés.



Estuve ayer allí. Aunque el día no era espectacular –se fue nublando a medida que avanzaba la mañana- los cerezos estaban en flor, y es verdad que resultan muy llamativos. Pero he de reconocer que la finca, siendo sin duda interesante, no me apasionó. Quizá lo más notable es encontrar ese ecosistema en el centro de una ciudad como Madrid: verdaderamente uno podría estar en pleno campo. Sólo la gente –mucha gente: niños, ancianos, corredores, gente paseando perros, ciclistas, fotógrafos aficionados y no tan aficionados, curiosos como yo…- te recuerdan constantemente que no estás en medio de la nada.






Si hablo hoy de mi visita es por el edificio, el palacio. Está cerrado, en obras. No sé qué uso tiene o ha tenido desde que los herederos de su propietario y arquitecto, CÉSAR CORT BOTÍ, lo donaron al ayuntamiento de Madrid en 1982. No pretendo contar su historia (seguro que se puede leer en mil sitios), sino señalar una impresión: nada más verlo me vino a la cabeza el PALACIO STOCLET, del gran JOSEF HOFFMANN (ya hemos hablado de él en seleccciónARTE), construido alrededor de 1910 en Bruselas para ADOLPHE STOCLET, un banquero interesado en el arte.




Aunque lo dudo seriamente, puede que los edificios no tengan nada que ver: puede que CORT no tuviera noticia de la obra de HOFFMANN, o si la tenía no le sirvió de referencia; estudios y estudiosos habrá que se hayan planteado esto, estoy convenido. Pero aquí, sin afán de profundizar sesudamente, he de decir que nada más ver el palacio de la QUINTA DE LOS MOLINOS, interesante pero torpe, me vino a la cabeza -como una iluminación- no tanto la comparación entre uno y otro, sino la enorme figura del Maestro, su genialidad; y, por contraste, la realidad del común de los mortales, que bebemos –y vivimos- de los genios.


Larga vida a JOSEF HOFFMANN, una cerrada ovación en su memoria. Y discreto aplauso para CORT que, ojo, también se lo merece: tal vez no por su arquitectura pero sí por su generosidad regalando a los madrileños la finca que debió ser su vida.  

lunes, 23 de febrero de 2015

EL MUSEO CARLOS DE AMBERES, en MADRID


Ayer estuve visitando el nuevo MUSEO CARLOS DE AMBERES, inaugurado el pasado mes de noviembre. Desilusión podría ser la palabra que define mi experiencia. Y eso que las expectativas eran discretas tirando a muy discretas. Los siento sinceramente, porque hubiera deseado encontrar una grata sorpresa. Pero no fue así.



Sin entrar en grades profundidades, encontré una sede ya conocida (la de la FUNDACIÓN CARLOS DE AMBERES en la calle Claudio Coello) con tres salas con poco interés espacial/arquitectónico: las paredes pintadas en azul peluquería, una iluminación tirando a regular, una climatización poco confortable, una ambiente ruidoso (¿qué hay detrás de esa tela negra –no me atrevo a llamarlo cortina- de la sala 3?), unos ambientadores/humidificadores impropios… Y unas cuantas piezas correctas aunque no  sensacionales, en su mayoría prestadas -¿puede ser verdad que sólo una es suya?- y comentadas en un cuadernillo lleno de historia pero falto de explicación técnico/artística.





Es verdad que el MARTIRIO DE SAN ANDRÉS, la joya de la corona, es una pieza de primera; que el tapiz de LOS FUNERALES DEL REY TURNO, MUERTO POR ENEAS, es magnífico; que la colección, dentro del ámbito en el que quiere moverse (maestros flamencos y holandeses) es variada. Pero como museo, no cuela. Quizá como exposición temporal de algunas obras del MUSEO DE BELLAS ARTES DE AMBERES, KMSKA, aprovechando las reformas que deben estar realizando hasta dentro de un par de años, podría funcionar bien. Pero como museo, no. Y son 7 euros, 7: no es una fortuna, pero al acabar el recorrido, duelen. 

martes, 13 de enero de 2015

LA TUMBA DE LAS LUCIÉRNAGAS, de ISAO TAKAHATA


Trabaja conmigo un auténtico enamorado de HAYAO MIYAZAKI. A mi también me gusta: ya hemos hablado de MIYAZAKI en seleccciónARTE, y de algunas de sus películas: TOTORO y PONYO


Comentando hace unos días con él EL VIENTO SE LEVANTA, me recomendó vivamente LA TUMBA DE LAS LUCIÉRNAGAS (火垂るの墓, HOTARU NO HAKA). No es de MIYAZAKI, sino de ISAO TAKAHATA, otro maestro del ESTUDIO GHIBLI


Te va a asombrar, me aseguró.

La he visto este fin de semana, y decir asombro es quedarse corto: me ha impactado. No es una película perfecta, la animación no es genial, los dibujos no son magistrales, pero el conjunto es impresionante. Desconcertante. Inesperado. Demoledor. Genial…